Tenemos tan oído el eslogan de vida sana, ejercicio diario y demás, que para una gran parte de la sociedad ya no le hace caso.
Pero la realidad es que el ejercicio físico no es en este momento una opción, es sin duda una sana obligación, por eso quiero tratar de convencerte de ello con unas pocas ideas.
Todo es cuestión de prioridades, más que de ejercicio físico debemos hablar de
actividad física. Aunque ni siquiera se sabe qué es actividad física,
pero es mucho más que deporte. Tenemos que movernos, evitar hábitos sedentarios, subir por las escaleras en lugar del ascensor, etc.
Entre las áreas de interés en investigación cabe destacar los beneficios del
ejercicio en poblaciones enfermas, la relación entre genética y
rendimiento deportivo, así como entre genética, ejercicio y
envejecimiento, aunque su mensaje va más allá de estos colectivos.
No
hay salud sin ejercicio físico. Aunque uno no tenga una enfermedad
diagnosticada, si su capacidad cardiorespiratoria está por debajo de
unos límites, su riesgo de que antes o después muera de cualquier
enfermedad incluida la cardiovascular, es mucho mayor. Por lo que el ejercicio físico es la mejor receta.
Una
prueba de esfuerzo, que mide la cantidad de oxígeno que uno es capaz de
consumir, no se realiza de forma rutinaria en ningún centro médico. Se
hacen otras pruebas: tensión, análisis de sangre, niveles de colesterol, glucosa, etc. Pero nunca se considera que la capacidad cardiorespiratoria,
la capacidad física, sea un indicador de salud, un sinónimo de salud y
es un error. Es uno de los indicadores más importantes.
Otro
problema es que no se prescribe el ejercicio físico. Esto no va en
detrimento de la medicina farmacológica, simplemente es desdeñar una
oportunidad tremenda de mejorar la medicina. Los médicos
están muy bien formados, pero por ejemplo, un pediatra excelente, desconoce qué recomendar en cuanto a actividad física para los
niños. Ocurre igual en la medicina general.
El
ejercicio es beneficioso para muchos sistemas del cuerpo. Conseguimos
músculos más fuertes y funcionales, corazón y pulmones más fuertes
también.
La gente no hace ejercicio porque es lo más de fácil no hacer
ejercicio. Pero tengamos presente que andar no tiene que ver con el deporte, es un
estilo de vida. Debemos ir andando a los sitios, subir las escaleras en
lugar de coger el ascensor y eso no se educa en ningún sitio.
Por citar un ejemplo, más de la mitad de los jóvenes no cumplen las recomendaciones de una hora de ejercicio diario. Los
niños y los jóvenes deben hacer 60 minutos de actividad física moderada
o vigorosa, es decir, juego activo (juegos de balón, caminar, montar
en bicicleta, nadar, etc.). Eso no lo saben los pediatras porque nadie se lo ha
enseñado, tal vez lo sepan los profesores de educación física.
En cuanto a los adultos se reducen los minutos obligatorios a la mitad pero no debe haber límite de tiempo. Lo
ideal para una persona sería andar dos horas diarias. Se ha traducido
mal el mensaje, y parece que hay un límite, pero no es cierto que haya que
moderar el ejercicio. Caminar dos horas es más sano que caminar una.
La
actividad física proporciona una sensación de bienestar importante,
mejora el estado de ánimo y parece que tiene efectos sobre la capacidad
cognitiva. La cognición está íntimamente relacionada con conceptos abstractos tales como mente, percepción, razonamiento, inteligencia, aprendizaje y muchos otros que describen numerosas capacidades de los seres superiores.
El ejercicio también nos ayuda
a relajarnos, ya que el estrés forma parte de muestras vida y tenemos que
liberar adrenalina; la mejor manera de hacerlo es mediante la actividad
física.
Debemos de acabar con las excusas
sobre la falta de tiempo; quien vive en un piso séptimo lo tiene muy fácil
para estar sano: subir la escaleras un par de veces al día es perfecto.
¿Cuánto tiempo pasamos frente al televisor?. De dos a cuatro horas diarias. Sin duda, es cuestión de
prioridades.
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