Los niños que se crían en ambientes rurales sufren menos problemas de salud mental que los pequeños que viven en la ciudad. Criarse en el campo es beneficioso para la salud mental de los pequeños.
Cambiar el estrés de la ciudad por la tranquilidad del campo, el ruido de los coches por el canto de los pájaros y la contaminación del ambiente urbano por el aire puro de las zonas rurales es un revitalizante para cualquier persona. Ahora un estudio de la Universitat Autònoma de Barcelona demuestra que el campo también es beneficioso para la salud mental de los niños.
Los niños que viven en un ambiente rural disfrutan de una mejor salud mental que los de ciudad, según un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Los expertos aseguran que hay que buscar el origen de muchos problemas emocionales en traumas que los niños desarrollan entre los tres y los seis años.
Más de 1.000 niños en esa franja de edad de Montcada i Reixac (Barcelona) y de zonas rurales de las comarcas de Ribera d"Ebre y Priorat (ambas en la provincia de Tarragona), además de sus padres y profesores, han colaborado en esta investigación, que pretende prevenir las secuelas que dejan los trastornos psicológicos en edades posteriores.
Los resultados muestran que un 32,7% de los niños, según los padres, y un 46,7% según los profesores, sufren algún tipo de problema psicopatológico. Los porcentajes son siempre mayores en las zonas urbanas pero no indican ninguna diferencia significativa por género.
El problema más común es el trastorno de ansiedad y los trastornos de conducta, mientras que los menos frecuentes son los trastornos del humor y los del espectro autista.
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