Algo mal anda la llamada sociedad del "bienestar" cuando tiene estos graves problemas a pesar de disfrutar mejores niveles de vida.
Creer que el suicidio es un problema menor es un error. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 10,2 millones de personas en el mundo han intentado suicidarse en algún momento de su vida y 30 millones corren el riesgo de plantearse este tipo de conductas. Y pensar que es cosa de países atrasados con medios limitados para subsistir es un error más grande todavía.
La tasa de suicidio de los países occidentales, a pesar de disfrutar de un mejor nivel de vida, supera de largo a los índices que se registran en el llamado Tercer Mundo. Esto es una muestra de que algo está fallando en la sociedad del bienestar.
El caso paradigmático de esta tendencia es el de los países escandinavos, donde su tasa de suicidio supera las 25 personas por cada 100.000 habitantes. Sucede que estos países se enorgullecen por haber creado un sistema caracterizado por un alto nivel de vida, donde la sanidad, la educación y la economía, entre otros, son de calidad.
También ocurre lo mismo en los casos de Alemania, Austria o Suiza. A pesar de llevar una vida, en principio, más fácil, tienden más al suicidio. España, y el resto de países mediterráneos, se situarían en la media, con 5 suicidios cada 100.000 habitantes; mientras que en los países subdesarrollados tienen menos intenciones de quitarse la vida. El psiquiatra José Cabrera lo explica así:
"En la sociedad del bienestar, el índice de suicidio crece progresivamente; pero en los países subdesarrollados esta conducta casi no aparece. Esto lleva a pensar que algo estaremos haciendo mal en nuestra sociedad".
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL
El suicidio es el tema escogido para conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental, ya que más del 90% de los trastornos mentales están en la base de los intentos de acabar con la propia vida. La proclama de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES), presidida por Francisco Morata, incluye el siguiente párrafo al respecto:
"El estigma relacionado con la enfermedad mental y el comportamiento suicida actúan en contra de la prevención y la intervención temprana, y sitúa a las personas en el riesgo de cometer suicidio, y por tanto, impide que busquen ayuda para salvar su vida".
Así pues, el objetivo durante esta jornada es acabar con los tabúes del suicidio, tomando conciencia de que es un problema social que afecta directamente a nuestras estructuras y que debe ser tomado en consideración por los profesionales sanitarios. Desde FEAFES han querido acabar con este "estigma" mediante la edición de una guía donde se pone el problema del suicidio en su contexto, se desmontan los mitos que siempre han rodeado a esta conducta y, lo que es más importante para ellos, se aportan consejos para disuadir a quienes tienen ideas suicidas de llevar a cabo sus intenciones.
RESPONSABILIDAD DE LOS MÉDICOS
Respecto a este asunto, los expertos piensan que también es importante la concienciación de los profesionales de la sanidad, quienes tienen que estar alerta para captar cualquier signo evidente de que alguno de sus pacientes corre el riesgo de decidirse por el suicidio. El director general de la Agencia de Calidad del Servicio Nacional de Salud, Alberto Infante, explica así la responsabilidad de los médicos de cabecera:
"Es capital aumentar la atención primaria para hacer un diagnóstico precoz, para detectar síntomas de alerta en los pacientes. La cuestión es estar pendiente para hacer un rápido diagnóstico y saber derivar a esa persona de riesgo al profesional adecuado".
Por tanto, la prevención, en el ambito familiar y sanitario, se presenta como la gran premisa para poder detectar a tiempo un caso de intento de suicidio. Como dice el lema escogido para hoy por FEAFES: Enfermedad mental y Suicidio: Prevención y concienciación para reducir los riesgos.
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