12 septiembre 2006

¿Nueva receta?

Un grupo de científicos apunta hacia un arma potencial en la lucha contra la obesidad: las algas.

Los investigadores encontraron que las ratas a las que se administró una sustancia llamada fucoxanthin, perdieron hasta un 10% de su peso corporal, principalmente en el área alrededor de los intestinos.

Su esperanza es que esta sustancia pueda convertirse en un suplemento dietético o en una droga que combata la grasa perjudicial.

El estudio de la universidad de Hokkaido fue presentado durante la reunión de la Sociedad Química de Estados Unidos, efectuada en San Francisco.

El alga marrón, Undaria pinnatifida, es un ingrediente básico de la sopa japonesa de "miso".

Sin embargo, los investigadores aseguran que beber grandes cantidades de este tipo de sopa en un esfuerzo por perder peso, tendría poco efecto.

La sustancia Fucoxanthin está muy relacionada con las proteínas de las algas y no es absorbida fácilmente en su forma natural.

Doble efecto

Los científicos, encabezados por el doctor Kazuo Miyashita, dijeron que el desarrollo de una píldora dietética basada en esta sustancia, que esté a disposición del público, podría tomar entre tres y cinco años.

El componente fundamental se encuentra en altos niveles en distintos tipos de alga marrón, pero está ausente en las algas verdes y rojas que también se utilizan con frecuencia en la cocina asiática.

El equipo del doctor Miyashita estudió los efectos del fucoxanthin en más de 200 ratones y ratas y notó que combate la gordura en dos formas.

En los animales obesos, la sustancia pareciera estimular una proteína llamada UCP1 la cual hace que la grasa se deshaga.

La proteína se encuentra en un tipo de grasa llamada tejido adiposo blanco, la cual es responsable por el aumento de peso en edad madura.

De acuerdo a otros estudios el exceso de grasa alrededor de la cintura está asociada particularmente con enfermedades del corazón y diabetes.

Por otra parte, el pigmento también hace que el hígado produzca un compuesto denominado DHA, el cual puede ayudar a cortar el colesterol "malo" asociado con la obesidad y las enfermedades del corazón.

En los animales usados para el estudio no se presentaron efectos secundarios adversos.

Estilo de vida

El director médico del organismo caritativo Weight Concern, Ian Campbell, dijo que (una medicina que provocara) de un 5% a un 10% de pérdida de peso, era comparable con drogas contra la obesidad que ya existen.

Sin embargo añadió que "no sabemos en cuántos humanos se alcanzaría (esta cifra) ni por cuanto tiempo".

"La posibilidad de que no tenga efectos secundarios es atractiva pero aún existe un largo camino (por recorrer) para tener algo parecido a una píldora contra la obesidad", señaló el especialista.

"El hecho es que sólo un cambio significativo en el estilo de vida dará como resultado una pérdida de peso significativa a largo plazo y es ahí que deberíamos estar concentrando nuestros esfuerzos", enfatizó Campbell.

BBC Mundo.com - 12 de septiembre de 2006

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