23 agosto 2006

Senderismo, el placer de caminar en la naturaleza

Andar de forma regular reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis y la diabetes

En estos últimos días de agosto, cuando hay jornadas en las que el calor nos da pequeños respiros y seguimos disfrutando de más tiempo libre, surgen las ganas de aprovechar cada jornada, y estar al aire libre –excepto en las horas centrales del día, las más calurosas- es una de las cosas que más apetece.

Es un buen momento para realizar excursiones, en contacto con la naturaleza, lejos de la rutina de las grandes ciudades. El senderismo se convierte en una buena manera de ponerse en forma disfrutando, además, de las maravillas del paisaje. Y, como ventaja añadida, de una forma bastante sencilla, sin gastar dinero en un caro equipamiento, ni dejarse el sueldo en una matrícula que luego no aprovecha.

Así, caminar es un ejercicio sano, sencillo, al alcance de todos y que, además, le puede ayudar a librarse de los kilos de más.

En principio, el único requisito para caminar es utilizar buen calzado (si se trata de una larga caminata por senderos irregulares, las botas, siempre transpirables, son la mejor opción, pues sujetan el tobillo). No se pueden olvidar los calcetines, que han de ser de lana o similar y se deben usar siempre para evitar rozaduras o ampollas. Y el equipamiento ha de completarse con una vestimenta holgada y transpirable, para evitar los frecuentes roces que producen dermatitis de contacto, sobre todo en la parte interna de los muslos. Un sombrero o gorra es también indispensable para evitar insolaciones y quemaduras.

Debe tener en cuenta que antes de coger la mochila y empezar a caminar, debe entrenar unos días antes, comenzando un calentamiento previo y progresivo. Si nunca ha hecho ejercicio y está totalmente fuera de forma, comience dando un paseo vigoroso tres veces por semana. A medida que se encuentre mejor, aumente la frecuencia hasta hacer una buena caminata diaria. Vaya aumentando el ritmo gradualmente, así como la duración del ejercicio. Para potenciar el esfuerzo cardiovascular, realice periodos más intensos durante dos o tres minutos, acelerando el paso o subiendo cuestas. Eso le dará, además, un beneficio añadido, pues, si camina a diario, mejorará su capacidad cardiovascular, tonificará los músculos y estimulará el metabolismo basal, lo que le ayudará a perder peso casi sin darse cuenta. Y es que caminar no sólo ayuda a perder peso: está demostrado que su práctica regular reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis y la diabetes.

Además, en España, hay itinerarios creados a la medida de los amantes de las caminatas por la naturaleza. Son los GR (grandes recorridos) o PR (pequeños recorridos), rutas marcadas que guían a través de los parajes más bellos de la geografías, con la ventaja de ser seguros y ponernos a salvo de sorpresas desagradables. En muchos gimnasios y hoteles rurales se organizan grupos para hacer senderismo, y también hay asociaciones donde sus miembros, cada fin de semana, o en vacaciones, salen al campo.


Fuente: hola.com (23/agosto/2006)

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