Para ir más allá del entrenamiento en altura se han estudiado los problemas básicos a los que tendrán que enfrentarse. El primero de ellos es la deshidratación. Beber muchos líquidos antes de la carrera no es suficiente ayuda porque el cuerpo tiende a eliminarlos a través de la orina.
Para evitar este problema, algunos entrenadores han comenzado a suministrar agua con glicerol, a los atletas. Cada molécula de glicerol es capaz de retener tres moléculas de agua. El cuerpo lo consume como fuente de energía y libera al agua de forma lenta y controlada justo cuando la necesita. Este efecto solo es útil en carreras prolongadas a partir de 20 kilómetros pero hay más posibilidades.
La siguiente es analizar cuidadosamente los hábitos alimentarios. Los atletas intentan alimentarse con suficientes calorías pero sin perder peso y en un entorno tan competitivo suelen errar hacia abajo, reduciendo su alimentación y perjudicando su desarrollo muscular. Y luego recurren a los suplementos vitamínicos para compensarlo, lo que no es un buen sistema. Los detalles de como hacerlo son secretos cuidadosamente guardados. Y no es el único truco que los médicos parecen tener escondido. Hay mucho en juego.
Vía: The New York Times
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