El GPS se ha convertido en uno de los periféricos más demandados de los últimos meses, no sólo por su precio, en relativo descenso, sino también por su versatilidad. Sirve para caminar, montar en bicicleta o viajar en vehículos, pero sus aplicaciones civiles se extienden también a la navegación y a la aeronáutica.
El gran avance militar estadounidense ha revolucionado el mundo de las comunicaciones. Desde un pequeño terminal se pueden conocer en que coordenas exactas nos encontramos y calcular el recorrido hacia un punto de destino, la velocidad a la que nos movemos, el tiempo que resta, cruces e intersecciones y todos aquellos sitios de interés que le solicitemos (aparcamientos, campings, gasolineras, museos, aeropuertos, estaciones...).
Los modelos son variados, al igual que el software, pero todos ofrecen unos servicios básicos. Los más simples indican coordenadas en grados, minutos y segundos, pero la mayoría oculta estos datos en mapas que facilitan la comprensión de los mismos. Su calidad y las características del software encarecerán el producto final.
Tras un ligero despegue de los dispositivos de mano para deportistas y aficionados (senderistas y cicloturistas), se han globalizado los GPS destinados al mundo de la automoción. Soportes fijos incorporados en los vehículos, GPS específicos y PDA con antena de posicionamiento, son los modelos más demandados.
Todos ofrecen programas de navegación aunque las PDAs incorporan, además las utilidades propias de estos periféricos concebidos como pequeños ordenadores capaces de gestionar y abrir todos los formatos básicos y, de servir como agendas.
Hablar del software que puedan incorporan estos dispositivos GPS es perderse en una maraña creciente de marcas y prestaciones. Destinator, Garmin, TomTom, ViaMichelin, Route 66, CoPilot... Todos ofrecen mapas de Iberia y bajo previo pago se pueden conseguir los de Europa. 209 euros cuesta el TomTom multiplataforma con los mapas del Oeste de Europa y 92 el Garmin Mapsource. La elección dependerá de la precisión y calidad deseada.
En Internet se pueden encontrar también aplicaciones gratuitas para elaborar mapas que sirvan después de base a nuestro GPS, aunque su aplicación está más vinculada al montañismo, el senderismo o el cicloturismo.
La falta de señalización, iluminación de la carretera o las malas condiciones meteorológicas ya no son excusas para perderse. Ahora, basta trazar una ruta y obedecer los consejos para llevar a tiempo.
Fuente: eldiariomontanes.es (25/mayo/2006)
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