01 enero 2006

Doce campanadas y un segundo más

Los relojes avanzados son más precisos que la Tierra. Más regulares. Nuestro planeta se retarda en su rotación, en su giro sobre sí mismo, por efecto de las mareas, los vientos o por otras causas no exactamente determinadas. Los relojes, sin embargo, no fallan.

El retraso correspondiente a cada giro de la Tierra es apenas perceptible. Pero la suma sucesiva de esos mínimos retardos llega a ser considerable al menos para mediciones que exigen mucha precisión. Y como el planeta no se enmienda, hay que corregir los relojes.

Esta noche, aprovechando el cambio de año, se va a efectuar una de esas correcciones. ¿Cómo? Añadiendo un segundo.

La modificación se traducirá en un efecto tan mínimo como inmediato: 2006 va a tener un segundo más. Como el añadido se hace simultáneamente y con carácter general, en Canarias el segundo se sumará a este año de manera que 2005 tendrá allí un segundo más que en la Península y 2006 será en las islas de una duración estándar e inferior en un segundo al año peninsular.

Hoy, después de que los relojes marquen las 23 horas, 59 minutos y 59 segundos del Tiempo Universal Coordinado (UTC) -que se corresponde con la clásica hora GMT- se pasará a las 23 horas, 59 minutos y 60 segundos, lo que implica añadir o contar un segundo adicional.

En realidad es un artificio, porque equivale a suponer que el último minuto del año tiene un segundo más. A continuación, se pasará a las 00 horas, 00 minutos y 00 segundos ya del 1 de enero de 2006.

Este tipo de añadidos empieza a ser una costumbre porque los relojes atómicos, de extraordinaria precisión, son ya relativamente veteranos. En efecto, en los últimos treinta y tres años se han sumado veintitrés segundos adicionales, sucesivamete, para compensar las ralentizaciones de la Tierra.

Y es que la precisión del tiempo de los relojes atómicos contrasta con el desigual giro de la Tierra, cuyo ritmo varía de modo similar a como lo hace cualquier trompo si se modifica algún parámetro. Por ejemplo, eso mismo es lo que ocurre cuando un patinador extiende sus brazos: modifica la velocidad de su giro, retardándolo.

El principal objetivo de los cambios en la hora es evitar que se sobrepase la cifra de 0,9 segundos de diferencia entre el tiempo de rotación del planeta y el tiempo, mucho más preciso, de los relojes atómicos.

Como las modificaciones en la velocidad de ralentización del giro de la Tierra no son constantes, no es posible vaticinar cuándo se producirá el próximo ajuste de los relojes. El último cambio fue en 1998. Los cambios inmediatamente anteriores se efectuaron en los años 1997, 1995, 1994, 1993, 1992 y 1990.

Los desajustes de la velocidad de rotación de la Tierra son insignificantes para la vida cotidiana. Sin embargo, tienen verdadera trascendencia en informática, en operaciones financieras -como compraventa de acciones en las Bolsas- o en las grandes transferencias de electricidad, en las que un brevísimo espacio de tiempo supone enormes cantidades de energía en circulación.

De todos modos, los ajustes horarios como el que se efectuará esta noche implican costes. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) ha propuesto crear un grupo de trabajo para evaluar los problemas de la agregación de un segundo. Aun sin tener un conocimiento profundo, algunos expertos proponen retrasar los ajustes a períodos de tiempo de al menos una hora de diferencia -en vez de un segundo-, de modo que los cambios en los relojes se produzcan sólo cuando hayan transcurrido varios siglos.

Una de las muchas implicaciones de la diferencia entre el tiempo de los relojes atómicos y el giro de la Tierra hace referencia al GPS, sistema de posicionamiento de personas, vehículos o, en general, cualquier objeto a través de una red de satélites artificiales.

El tiempo utilizado en el sistema GPS no incorpora segundos de forma aleatoria de acuerdo al movimiento de la Tierra, sino que los ajustes están programados cada dieciocho meses. Actualmente la diferencia entre los relojes con horario GMT -el horario universal que se corregirá esta noche- y los sistemas GPS es de trece segundos.

Fuente: lne.es - 31/12/05

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