09 noviembre 2005

Uno de cada cinco españoles está gordo


Y su obesidad es la causa directa del gasto del 7% del presupuesto total de Sanidad. Los mayores de 60 años son los que están más entraditos en carnes.

Esta enfermedad, considerada como la epidemia del siglo XXI por la Organización Mundial de la Salud, afecta en España al 15% de los adultos, al 30% de los ancianos, y al 15% de los niños y jóvenes de entre 2 y 25 años.

La obesidad infantil se ha duplicado en los últimos 20 años

Precisamente este último es el sector de edad que más preocupa a los profesionales ya que la obesidad infantil se ha duplicado en los últimos veinte años, según destacó hoy Javier Aranceta, secretario general de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista (Semergen) que se celebra en Bilbao.

Este problema sanitario afecta más a la población de nivel económico y cultural más bajo, y a los residentes en la zona mediterránea y Canarias.

Gasto sanitario

Una de las consecuencias de estos datos es el elevado gasto médico que conllevan, cifrado en un 7% del presupuesto sanitario, ya que la obesidad está relacionada con las patologías crónicas más prevalentes como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, las patologías músculo-esqueléticas y con ciertos tipos de cáncer.

En los próximos años la obesidad puede llegar a colapsar la asistencia sanitaria

Según Aranceta, en los próximos años "se puede llegar a colapsar la capacidad asistencial", además de tratarse de una enfermedad que condiciona también las relaciones sociales y personales.

Como método de prevención, este experto citó el cambio de dieta a favor de productos integrales; frutas y verduras, y lácteos, carnes y pescados bajos en grasa. El resto de alimentos deben ser ingeridos de forma ocasional, según dijo.

Además de la dieta, la actividad física es "fundamental" en el tratamiento contra la obesidad, según destacó el médico de familia, profesor e investigador de la Universidad de Castilla La Mancha Ricardo Ortega, quien precisó que no se trata de practicar actividades físicas competitivas o de entrenamiento, sino "del ejercicio que hacemos las veinticuatro horas del día".

Poco ejercicio, poco gasto energético

Resaltó que el uso del mando a distancia, de los ascensores, del coche o incluso de las puertas giratorias, unido a las horas sentados frente a la televisión y el ordenador "suponen una reducción del gasto energético de unas ochocientas kilocalorías al día".

Ortega reconoció la "dificultad" de prescindir de las comodidades de la vida actual y tras señalar que "solo nos queda compensar esta falta de ejercicio diario en el tiempo libre", abogó por caminar, correr, practicar la bicicleta o la natación.

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