25 septiembre 2005

Estilo de Vida vs Infartos

Inevitablemente si no mejoramos nuestro estilo de vida, tendremos un mayor riesgo de padecer infartos y apoplejías (accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares), además de aterosclerosis y múltiples trastornos de las arterias y vasos sanguíneos que van al corazón, cerebro y extremidades.

Esta parte me encanta: “Los especialistas prevén que para el año 2020 aumente el padecimiento de enfermedades cardiovasculares si no se hace algo al respecto.” ¡Qué bueno! ¡Podemos hacer algo por mejorar este panorama! Y lo mejor de todo es que no depende tanto de la política ni de la economía, sino de nuestra disciplina para adquirir hábitos de ejercicio, nutrición, manejo del estrés y auto-control para no caer en vicios.

Una vez adoptado este estilo de vida saludable y constructivo para nuestro cuerpo, mente y corazón, nos acercaremos a un balance perfecto que alejará de por vida los problemas del corazón… (Bueno, ¡al menos los realmente físicos!)

Si las enfermedades cardíacas constituyen la principal causa de muerte, pero son prevenibles en al menos 80 por ciento con un estilo de vida saludable, ¿qué estamos esperando para pararnos de nuestras cómodas sillas y hacer algo al respecto? Esta es la excelente noticia: la mayoría de los factores de riesgo a infartos y otras enfermedades cardíacas – tales como el hábito del cigarrillo, hipertensión, colesterol alto, sedentarismo y gordura – son perfectamente controlables… por ti. Y es que tú tienes la responsabilidad de proteger tu corazón y arterias: ¡sólo tienes que cuidarte!

CERO EXCUSAS para no proteger tu Corazón

De acuerdo con las informaciones científicas más actualizadas, éstos son los consejos o tips de mayor impacto e importancia para tener una excelente salud cardiovascular:

1- Deja de fumar: Éste es el primer paso más efectivo que reduce tu riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Fumar duplica tu riesgo de infarto y aumenta a 70 por ciento tu riesgo de morir como consecuencia. Sin embargo, si lo dejas, en 5 a 10 años, puedes recuperar tu salud, prácticamente al punto de una persona que nunca ha fumado.

2. Come sano: Seguramente ya sabes lo que es bueno para tu corazón y sistema cardiovascular: frutas, verduras, granos integrales, lácteos descremados y grasas buenas. Éstas pueden provenir del pescado (al menos 2 veces por semana. NOTA: ¡las sardinas son buenísimas!), de las nueces (en pequeñas cantidades, varias veces a la semana) y de los aceites insaturados como el de ajonjolí o de oliva, en lugar de la margarina (ojo con las grasas “trans”) o mantequilla. (¡Olvídate de la manteca y el “suero” criollo!). Esta “dieta” va a ayudarte a mantener tu peso, la presión sanguínea bajo control y los niveles de colesterol adecuados, bajando el colesterol total y en especial, reduciendo el malo (LDL). Nota: trata de mantener el LDL debajo de 130 mg/dl.

3- Haz ejercicio: Hablando de colesterol, la actividad física es capaz de subir tu colesterol bueno ó HDL (siempre debe estar por encima de 35 mg/dl); bajar la tensión, el estrés y la grasa corporal, y ayudar al cuerpo a utilizar la insulina. Incluso, si eres sedentario, puedes disminuir tu riesgo cardíaco en 35-55 por ciento al empezar un buen plan de ejercicios físicos, que incluya aeróbicos como caminar, resistivos como las pesas y de estiramientos y cuerpo-mente como el Yoga, Pilates (¡YogYlates! … ver ceroexcusas.com) y Tai-chi.

4- Mantén tu peso y porcentaje de grasa saludable: Ya con la alimentación inteligente y el ejercicio, puedes mantener mejor tu peso y lograr excelentes niveles en tu porcentaje de grasa. Porque el sobrepeso y la obesidad suben el colesterol, la tensión y aumentan el riesgo de diabetes. Lo cual a su vez aumenta tu riesgo de enfermedades cardíacas.

5- Controla tus niveles de colesterol: Es verdad que algunas personas requieren medicamentos (estatinas), pero la mayoría puede bajar sus niveles de colesterol con la dieta y el ejercicio. Se trata, de nuevo, de comer más granos-leguminosas como caraotas y lentejas, cereales integrales ricos en fibra como la avena, verduras, frutas; así como de darle la mayor prioridad a las grasas buenas de los aceites vegetales, pescados y nueces. Recuerda que son las grasas saturadas de las cremas, quesos, carnes las que elevan el colesterol en sangre. No obstante, tan benévolo y agradecido es nuestro cuerpo, que un (1) por ciento de reducción del colesterol se traduce en 2 a 3 por ciento menor riesgo cardíaco. Trata de mantener tu colesterol en menos de 200 mg/dl.

6- Evita y controla la hipertensión: Óptimamente, la presión sanguínea o tensión arterial sistólica debe ser menor o igual a 120 mm Hg (normal= <130) normal="<85).">Eita o controla la diabetes: la diabetes tipo 2 – que puede ser prevenida y tratada – es un factor de riesgo para la hipertensión y también para las enfermedades coronarias. Los hombres diabéticos duplican o triplican este riesgo. Y una vez más, el ejercicio y el control de peso son determinantes a la hora de prevenir o controlar este tipo de diabetes adulta.

8- Bebe a lo light:Tomar alcohol en exceso es lo más dañino que puedes hacer para tu hígado y sistema cardiovascular; poniendo en peligro tu vida, por accidentes y cáncer. Sin embargo, se ha demostrado que si sabes beber “a lo light”, puedes lograr todo lo contrario: ¡prevenir infartos! Sí: la clave está en saber “administrar” tus dosis de alcohol a través de la semana y no concentradas en el fin de semana de excesos. Para la mujer, esto significa 1 bebida diaria y para el hombre, no más de 2 bebidas alcohólicas al día; donde la bebida se define como una lata ó 350 gr. de cerveza, 120 gr. de vino (1 copita) o 50 gr. de vodka, ginebra, ron o whisky (alcoholes de 80º).

9- Tómate una aspirina de baja dosis: Finalmente, algo que debes consultar con tu médico por sus posibles efectos secundarios, es si te recomienda tomarte una aspirina de niños o de 81 miligramos, cada 2 días. Si eres propenso a las enfermedades cardíacas, ésta puede reducir tu riesgo en 1 tercio, disminuyendo la pegajosidad de las plaquetas e impidiendo que se formen coágulos.

Con todos estos tips, realmente no hay excusa para dejar la posibilidad de infartos al azar. La salud de tu corazón y arterias realmente depende de ti.

… ¡Cero Excusas!

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