Los ejercicios aeróbicos son clave. Lo primero que vamos a tratar es el problema de la grasa acumulada, que como ya hemos contado en numerosas ocasiones, no podemos hacerlo con ejercicios anaeróbicos. Lo mejor para tratar esos depósitos molestos son los ejercicios aeróbicos (aunque como siempre la dieta juegue un papel fundamental). Entre los ejercicios aeróbicos que podemos incluir en el entrenamiento están:
- Caminar: una buena opción para los que están menos en forma, se puede realizar al aire libre o en la cinta, pero siempre a ritmo vivo para llegar a una mínima frecuencia cardiaca que suponga un consumo significativo.
- Bicicleta: ya sea de montaña o carretera, estática (normal o en posición horizontal), así como el spinning... Otra opción similar a las bicicletas son las elípticas, en las que puedes aumentar la intensidad del ejercicio y el consumo calórico añadiendo movimiento de brazos.
- Los steps son muy recomendables cuando tenemos falta de tono muscular en caderas, glúteos y piernas.
- Las máquinas de remo, en las que intervienen brazos y piernas también son una buena posibilidad, pero se deben evitar si existe algún problema de espalda.
- La carrera, que puede realizarse al aire libre o dentro del gimnasio en el tapiz rodante.
- También se pueden utilizar ejercicios como la natación, el patinaje, esquí de fondo, saltar a la comba...
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