Se trata de mantener un equilibrio, sin embargo, la sociedad actual está lejos de él. Cinco de cada diez personas reconoce que nunca hacen ejercicio, ya sea por pereza, falta de tiempo, de escenarios o porque no es una prioridad en su vida. Otro estudio, de la Universidad Nacional de Colombia, mostró que el 82,4 % de los estudiantes entrevistados (2.204) no realiza ningún tipo de ejercicio. Otro estudio señala que el porcentaje de sedentarios llega al 88 %.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud está alarmada por el impacto de la obesidad. Uno de cada 15 niños (depende de los paises) tiene sobrepeso u obesidad, originados por un exceso de calorías (comida poco equilibrada e inadecuada) y el poco gasto de energía (poco ejercicio). ¿El resultado? La salud física y mental se resiente. El estrés, la depresión y la angustia hacen de las suyas. Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte, y otras como la diabetes, aumentan vertiginosamente.
Aún estamos a tiempo. Se ha iniciado un movimiento mundial que busca concientizar a la gente sobre la importancia del ejercicio y de la buena alimentación como elementos vitales para gozar de salud física y mental. Cada vez que sales a hacer ejercicio le estás dando buena vida a sus años. Cada vez que se comes un plato equilibrado y que organizas tu dieta, sin restricciones, pero con reservas, también contrubuyes en favor de tu salud física y emocional.
Concienciarse es el primer paso, el punto de partida. Luego, tener paciencia porque los primeros tres meses son complicados y se tienen subidas y bajadas. Pasado ese tiempo el cambio en sus hábitos de vida será una realidad y los resultados comenzarán a notarse.
En muchos casos es imposible comenzar solo. Se requiere de la asesoría de un especialista en nutrición y en medicina deportiva. Primero, para planear un régimen alimenticio acorde con tu edad, peso, talla y condiciones generales. Segundo, porque el plan de ejercicios es individual y no una fórmula mágica para todos.
Alimentación, ejercicio y algo más. No se trata de iniciar una dieta nueva cada día. Esto es contraproducente. Cuando se habla de alimentación equilibrada, se hace referencia a la combinación adecuada de todos los alimentos. La idea es consumir diariamente los alimentos que aporten las vitaminas, los minerales y otros nutrientes que el organismo necesita. Y consumir mínimo 8 vasos de agua al día.
Si va a hacer ejercicio, lo ideal es comer dos horas antes, y que sean ligeros, y luego, al terminar la actividad, dejar otras dos horas antes de volver a comer. Esa comida no debe ser muy pesada.
Dar prioridad a los alimentos naturales y solo, en determinados casos, acudir a suplementos vitamínicos. En ellos, como en los niños, la comida entra por los ojos y por eso se habla de preparaciones variadas y provocativas, fáciles de digerir y de comer.
Un, dos, tres… Lo malo es hacer el ejercicio en forma desmedida y salir los fines de semana a querer reponer todo el tiempo perdido. Los especialistas aconsejan hacerlo mínimo treinta minutos todos los días. Si nunca ha hecho ejercicio o hace tiempo que no practica ninguna actividad, busque asesoría médica inicial. Es necesario partir de una buena evaluación de sus condiciones y su estado general, y definir un programa particular realizado por un especialista.
Tener en cuenta los fines que uno anda buscano. Si los fines son estéticos, si busca moldear su figura, si lo que quiere es bajar de peso, tonificar o estar en forma. También es importante diferenciar la actividad física del ejercicio y del deporte. La actividad física es lo que hacemos buscando salud, sin seguir normas de competencia ni de mediano o alto rendimiento. Una señora sale a caminar, por ejemplo, va al centro médico deportivo o al gimnasio para sentirse bien y prevenir complicaciones en su salud.
El ejercicio como tal es una actividad física que sigue ciertas normas o metodología de rendimiento deportivo, sin llegar a la práctica deportiva. La persona se fija metas, como ganarle a su primo a subir a un determinado lugar o mejorar su frecuencia cardiaca.
El deporte implica unas normas de competencia. Arrancar, es lo más difícil. Si no tienes ningún riesgo ni enfermedad, puede comenzar de inmediato. Caminar es la actividad ideal para hacerlo, pueden ser diez minutos diarios y de acuerdo como responda puede ir aumentando. No hay que olvidar las fases de calentamiento y enfriamiento. La primera, para preparar el organismo para la actividad, y la segunda, para que la temperatura vuelva a su estado normal.
¡Por tu salud! Con una buena dosis de ejercicio y de buena alimentación su salud estará mejor que nunca. Las bondades del ejercicio no tienen discusión. Fortalece los músculos, el corazón, ayuda a combatir el estrés y a tener un mejor estado de ánimo, debido a la liberación de endorfinas, mejora la parte digestiva, la piel, favorece el crecimiento del cabello y de las uñas pues continuamente se liberan toxinas. Es saludable desde todo punto de vista.
Las de la buena nutrición tampoco. Se evita la obesidad o el opuesto, la desnutrición. Se mantienen los triglicéridos, el colesterol, la glicemia (azúcar en la sangre) y otras variables en sus niveles normales. Si consume en forma adecuada alimentos ricos en calcio garantiza la fortaleza de sus huesos.
Entonces, ánimo y comienza ya.
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