05 junio 2005

Dos litros de agua al día, un consejo sin base científica


Esta es una noticia que parece contradictoria con respecto a las anteriores, pero en fin, que cada uno haga lo que crea conveniente...

Beber al menos ocho vasos de agua al día, es lo que siempre se ha recomendado. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Medicina de Dartmouth, en Estados Unidos, echa por tierra este consejo y asegura que carece de cualquier base científica.

Según se publicó en la revista ‘American Journal of Physiology’ , el doctor Heinz Valtin, autor de varios libros sobre el funcionamiento del riñón y el equilibrio del agua en el organismo humano, y principal autor de la investigación, señala que no existe ninguna evidencia que justifique esta creencia. A su juicio, "se trata más de un mito que de un dogma médico propiamente dicho".

Valtin comenzó su trabajo para intentar descubrir el origen de esta recomendación, "que realizan tanto médicos como nutricionistas, escritores especializados en temas de salud...". Sin embargo, no ha descubierto evidencias científicas que apoyen esta tesis, sino que considera que el propio cuerpo humano es capaz de mantener por sí mismo el equilibrio de agua necesario para el buen funcionamiento del organismo.

Adamás, bebidas con cafeína, como el café, el té, y los refrescos, también deberían contabilizarse en el cómputo general de líquido diario a ingerir; "incluso bebidas alcohólicas, como la cerveza, en pequeñas cantidades, también pueden incluirse". También la fruta tiene un alto contenido en líquido.

El peligro del exceso. El estudio desmitifica la cantidad de dos litros de agua al día, y advierte de los posibles peligros que puede acarrear esa recomendación. "Incluso un aumento leve o moderado del consumo de líquido puede ser perjudicial si el riñón no es capaz de excretar suficiente agua", señala el doctor.

Además, alerta del peligro de la exposición a agentes contaminantes, el excesivo gasto que esta costumbre puede acarrear si se consume agua embotellada, así como de la "inconveniencia que puede suponer ir continuamente a orinar" o de los "sentimientos de culpa que provoca no alcanzar la cifra".

La relación entre la sed y la deshidratación es otro de los puntos desacreditados en el estudio. "A menudo se cree que tener sed significa estar deshidratado, sin embargo, la sed comienza cuando la concentración de sangre (indicador exacto del estado de deshidratación) ha aumentado menos del 2%; mientras que la deshidratación comienza con una concentración del 5%". Tampoco es cierta la creencia de que la orina oscura es reflejo de deshidratación, asegura el doctor.

Conclusiones. La investigación insiste en que estas conclusiones son válidas exclusivamente para adultos sanos en climas templados y con una existencia sedentaria, "precisamente el grupo de población a quien va dirigido el 'dos litros de agua al día'". Sí recomienda un gran consumo de líquido en los casos de enfermedades (piedras en el riñón, por ejemplo), esfuerzos físicos grandes, altas temperaturas o viajes en avión largos. "Quitando estas excepciones, bebemos suficiente agua, o incluso más que suficiente", concluye Valtin.

El estudio concluye que no necesitamos beber ocho vasos de agua al día. Menciona la eficacia del sistema osmorregulador del cuerpo humano, que mantiene la cantidad adecuada de agua en el organismo a través de la hormona antidiurética y de la sed. Además, todas las encuestas al respecto aseguran que la mayoría de la población, 'presumiblemente sana', ingiere menos de dos litros de agua diarios, "a la vista de esta evidencia, debería enterrarse la insistencia de que cada uno debemos tomar ocho vasos de agua diarios".

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