03 mayo 2005

¡Muévete!


Es necesario insistir en la necesidad del movimiento, del ejercicio físico. Si solo pudieramos hacer una recomendación para que la sociedad mantuviera la salud, sería ésta: ¡Muévete! Deben hacer más ejercicio los niños, los jóvenes, los adultos, los ancianos. Son muchos los médicos que son partidarios de recetar un único medicamento, inexistente, que hiciera que nos moviéramos más.

Una mirada atrás. Hace unos miles de años atrás, había al menos dos aspectos que eran radicalmente diferentes de los actuales: hacíamos una alimentación distinta, probablemente con mucho menos consumo energético, comíamos una vez cada muchas horas, y nos movíamos más. Nuestros genes, los que nos han permitido llegar hasta aquí, estaban preparados para eso, pero la vida ha cambiado.

Lo que llamamos civilización se ha dirigido a conseguir una vida más cómoda para los humanos. Nos desplazamos en coches, ascensores, nuestros trabajos son cada vez más sedentarios y evitamos el esfuerzo físico. Luchamos por tener más tiempo libre, que en muchas ocasiones dedicamos a actividades sedentarias: ver TV, jugar con consolas, leer. El sedentarismo es una plaga de consecuencias negativas.

Consecuencias del sedentarismo. La falta de ejercicio físico favorece, como es bien sabido, la obesidad. Pero también se relaciona con la aparición de otras muchas enfermedades: entre los obesos hay más personas con hipertensión arterial, con infarto de miocardio, diabetes, etc.

¿Por qué es beneficioso el ejercicio físico? Produce sensación de bienestar, nos ayuda a reducir el peso, hace descender la presión arterial, evita el que aparezca enfermedades como diabetes o el síndrome metabólico.

La actividad física hace que en nuestra sangre las grasas no se depositen en las arterias ya que aumenta el colesterol bueno y disminuye el malo; también hace que sea más fluida ya que contiene menos sustancias que hacen que coagule mucho. Se ha demostrado que el ejercicio físico reduce las posibilidades de morir por una enfermedad de las coronarias, tanto como el dejar de fumar.

¿Qué tipo de ejercicio es el más adecuado para la salud? Sin duda, el llamado ejercicio aeróbico, el que pone en movimiento numerosas masas musculares y consume mucho oxígeno. Son actividades aeróbicas: caminar, nadar, jugar a la pelota, escalar. No lo es levantar pesos. Conviene que se haga de forma regular, pero no debemos creer que es preciso realizar grados elevados de actividad para comprobar sus beneficios. La respuesta a la pregunta de cuánto ejercicio hacer es sencilla: cuanto más mejor, pero muchos estudios serios han demostrado que algo tan simple como caminar es beneficioso.

El ejercicio debe adaptarse a las condiciones de cada uno y, por modesto que sea, resulta útil. Si es usted anciano, puede caminar por los pasillos de su casa. Una recomendación adecuada es hacer ejercicio aeróbico 45 minutos al menos 3 veces en semana.

No tengamos la actitud de aquel escéptico, que cuando se le explicó que, tras estudiar a miles de personas que realizaban ejercicio físico media hora diaria durante 4 años se había demostrado que su esperanza de vida aumentaba en 2 años, contestó: «pues mira, justo el tiempo que han perdido haciendo ejercicio»

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario...