Un programa de ejercicio moderado ayuda a mejorar la salud de los pacientes más mayores, según un estudio publicado en la revista 'Archives of Internal Medicine'. El beneficio se obtiene por la reducción del peso y de la tensión arterial.
El ejercicio se recomienda para disminuir la tension arterial, aunque algunos estudios realizados en pacientes ancianos no han demostrado tanta eficacia como los que se han hecho en pacientes más jóvenes. Esto parece que es debido a que la tensión de los ancianos se relaciona con un aumento en las resistencias vasculares, mas que a un aumento del gasto cardiaco, mecanismo más frecuente en los jóvenes.
La pérdida de masa muscular y el aumento en la grasa corporal, sobre todo la abdominal, son consecuencias frecuentes de la edad, que se suelen relacionar con alteraciones cardiovasculares, sobre todo hipertensión. El ejercicio puede mejorar la composición corporal y con ello ayudar a controlar la tensión.
Un estudio realizado en el departamento de Geriatria de la Universidad Johns Hopkins (EEUU) comparó a un grupo de 51 pacientes mayores de 55 años con hipertensión, a los que se indicó un programa de ejercicio aeróbico y una dieta, con 53 personas de un perfil simiar pero que sólo siguieron consejos generales sobre su enfermedad (aumentar actividad física y comer dieta pobre en grasas).
Beneficios del ejercicio. Los pacientes del grupo de intervención perdieron más peso, disminuyeron la cantidad de grasa corporal y controlaron mejor su tensión arterial, especialmente la diastólica, si se compara con los del grupo control. Sin embargo la rigidez de la pared aórtica no se redujo con el ejercicio.
La mejoría en la composición del cuerpo parece ser el mecanismo por el cual se controla la tensión arterial en los pacientes ancianos que hacen ejercicio. La indicación debe mantenerse y parece que un programa controlado es mucho más eficaz que unas recomendaciones generales, que muchas veces no son seguidas de modo adecuado por los pacientes.
Caminar, es el más antiguo de los ejercicios, que tiene enormes beneficios para la salud. Lo aquí expuesto es para las personas sanas que quieren seguir siéndolo y que no saben cómo cuidarse o que no pueden, no quieren o no lo intentan. El objetivo: apoyar a los que se cuidan, animar a los que no lo hacen y dar consejos útiles a ambos. Simplemente mediante el ejercicio de caminar. Ya sabes: "Caminante no hay camino... se hace camino al andar". ¿A qué esperas?
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