Los investigadores dijeron que sus hallazgos sugieren que la intensidad del ejercicio, en lugar de su duración, es lo que importa para proteger del síndrome metabólico, que se refiere a una combinación de factores (como la hipertensión, los niveles altos de glucemia, unos niveles anómalos de grasas en sangre y la obesidad abdominal) que aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes y accidente cerebrovascular. El estudio aparece en la edición en línea del 8 de octubre de la revista BMJ Open.
Los investigadores Eva Prescott y colegas del Hospital Universitario de Bispebjerg en Copenhague observaron a más de 10,000 adultos daneses de 21 a 98 años de edad, que fueron evaluados por primera vez entre 1991 y 1994, y que luego recibieron un seguimiento de hasta diez años. En la evaluación inicial, alrededor del 20 por ciento de las mujeres y el 27 por ciento de los hombres tenían síndrome metabólico.
Al inicio del estudio, los menos activos eran más propensos a presentar el síndrome. Casi un tercio de las mujeres inactivas y alrededor del 37 por ciento de los hombres inactivos tenían síndrome metabólico, frente a 10 por ciento de las mujeres físicamente activas y alrededor de 14 por ciento de los hombres físicamente activos, según un comunicado de prensa de la revista.
Para finales del periodo del estudio, alrededor del 15 por ciento de las personas que no tenían síndrome metabólico al inicio del estudio lo habían desarrollado. El 19 por ciento de las personas inactivas y el 12 por ciento de las que tenían mucha actividad física desarrollaron el síndrome.
Una investigación posterior mostró que no solo la cantidad del ejercicio, sino también la intensidad, ayudaba a reducir el riesgo de síndrome metabólico. Caminar rápido reducía el riesgo en 50 por ciento, y trotar en 40 por ciento, mientras que salir a caminar una hora cada día no planteó ninguna diferencia.
Fuente: salud.univision.com
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