21 octubre 2012

Caminar es el mejor ejercicio para combatir la obesidad

La mayoría de las personas, al recomendarles que deben hacer ejercicios, lo primero que  se preguntan es: ¿de dónde sacaré el tiempo? ¿cómo pagaré el gimnasio? ¿quién me puede entrenar? ¿cómo establecer una rutina y ser disciplinado?

Una verdad innegable e irrefutable es la gran cantidad de personas obesas, eso se puede confirmar con facilidad si uno mira alrededor. Y la expansión demográfica que está ganando la obesidad la coloca en la categoría de ‘epidemia’. La obesidad es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Afortunadamente, podemos controlar el sobrepeso.

Para regresar a nuestra talla ideal, no es necesario cirugías, ni largas sesiones de gimnasio. Sólo debemos caminar todos los días. Sin embargo, aunque algunos tengan la buena voluntad, muchos sucumben antes de intentarlo debido a que no logran resolver las anteriores interrogantes. Las dudas no deben ser un motivo para frustrarse. Recuerda: no es necesario ingresar a un gimnasio ni pasar largas jornadas haciendo ‘spinning’ para cumplir con la cuota de ejercicio que se recomienda para estar saludables.

Sólo basta caminar. Aunque se trata de una actividad que muchos pasan por alto,  los médicos dicen que una caminata diaria no sólo es una excelente alternativa sino tal vez una opción mejor que otras formas de ejercicio.

Una buena caminata es comparable a una píldora mágica. Caminar a un ritmo de tres a cinco kilómetros por hora en forma continua durante 45 minutos puede mantener alejadas enfermedades tan graves como un infarto del corazón, derrames cerebrales y diabetes. También puede disminuir entre 30 y 50 por ciento la posibilidad de aparición de enfermedades como cáncer de seno, osteoporosis, impotencia, diabetes y depresión. Un estudio demostró que aquellas personas que caminaban fuertemente tres veces a la semana durante tres horas redujeron su riesgo de ataque cardíaco y derrame cerebral entre 30 y 40 por ciento.

Hacerlo es muy fácil. Prácticamente todo el mundo está en condiciones de caminar. No se necesita preparar grupos de músculos pues estos ya están dispuestos, a diferencia del ciclismo u otras disciplinas, en las que se requiere entrenamiento previo para fortalecer ciertas áreas del cuerpo.

También es económico. No hay que invertir en implementos o clases y ni siquiera hace falta tener una indumentaria especial. Pero, además, es una actividad que genera muy poco riesgo. Desde los más jóvenes hasta las personas de edad pueden hacerlo sin que se afecten sus articulaciones o ligamentos, lo cual sí se podría presentar en ejercicios de más alto impacto, como el tenis o el ciclismo.

Como cualquier ejercicio  aeróbico, caminar reporta muchos beneficios para el corazón debido a que este músculo comienza a ser más eficiente después de que la persona se ha sometido a esta rutina, lo cual  quiere decir que con el tiempo este órgano requiere menos latidos para cumplir con un ejercicio. Lo mismo ocurre con los pulmones y los músculos debido a  que con este ejercicio logran sostener un trabajo o actividad por mucho más tiempo.

Simplemente sal y camina durante 10 minutos. Con el regreso a casa ya habrán sido 20.  Así, poco a poco, se podrá establecer una rutina que con el tiempo será muy difícil detener.

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