Si decides hacer de la caminata tu deporte preferido, hay algunos detalles que no puedes olvidar:
- Indumentaria: la comodidad es lo más importante. La ropa interior debe ser, preferentemente, de algodón. Evita las prendas demasiado ajustadas.
- Zapatos: si bien algunas marcas tienen sus modelos específicos para cada disciplina, lo principal es que el calzado sea cómodo. El impacto de la caminata es bajo, por lo tanto no es necesaria una zapatilla especial.
- Calentamiento: es aconsejable realizar un estiramiento de aproximadamente cinco minutos o comenzar la caminata despacio para calentar los músculos, para luego aumentar el ritmo. Los ejercicios deben repetirse al final.
- Respiración: inhalar por la nariz y soltar el aire por la boca.
- Hidratación: el agua nunca debe faltar durante el entrenamiento. Lleva una botella contigo para hidratarte cada 15 minutos. El líquido además ayuda a eliminar toxinas.
- Estímulo: acompañar la caminata con buena música es de gran ayuda para no cansarte rápido y mantener el ritmo. Elige canciones que te gusten y marquen el paso, puedes hacer una gran selección o ir variando semanalmente para no hacerlo rutinario.
- Recorrido: realizar siempre el mismo camino puede cansarte, por eso lo mejor es que busques distintas opciones. Si lo haces en una pista de atletismo o en un gimnasio no tendrás muchas alternativas de hacer variaciones en el recorrido, pero si puedes ponerte obstáculos, pesos u otros recursos para innovar.
- Postura: la espalda firme y los hombros rectos, presta mucha atención a esos detalles para evitar dolores posteriores al ejercicio.
- Velocidad, pasos y brazos: cuanto más velocidad más calorías vas a quemar, pero tampoco debes enloquecer, pasa de poco a gradualmente ir aumentando el ritmo. Siempre es mejor dar pasos pequeños. El movimiento de brazos debe acompañar el de las piernas.
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