
Hace unos días comente sobre algunas pautas para la 
prevenir las altas temperaturas, y es que con la llegada del verano también nos acecha el calor y los problemas   derivados de las altas temperaturas. Es cierto que año tras año   recordamos la necesidad de tomar las precauciones necesarias para hacer   que el aumento de las temperaturas no nos afecte, pero a pesar de ello,   todavía muchas personas siguen enfermando por 
golpe de calor. Para  ello,  y encaminado a prevenir los estragos causados por las  temperaturas  vamos a dar una serie de 
consejos para llevar a  cabo en los días  más calurosos del verano, tal y como comentan en 
Vitonica:
 - En primer lugar la  hidratación debe ser uno de los puntos fundamentales. Mantener  nuestro cuerpo con los niveles adecuados de líquidos es esencial si no  queremos sufrir ningún peligro. Para conseguirlo nunca debemos esperar a  tener sed, sino que servirá con beber poco a poco constantemente a  pequeños sorbos. Es importante que tengamos en cuenta que al día es  necesario consumir entorno a los dos o tres litros de líquidos.
 
 - Consumir  alimentos frescos como fruta y verduras es esencial si  lo que queremos es mantener nuestro cuerpo a prueba de altas  temperaturas.
 
- Pero no solo la alimentación es importante, sino que  además debemos seguir algunas medidas para evitar el calor en la medida  de lo posible. Sobre todo es importante que tengamos en cuenta los usos  horarios y no salgamos a practicar deporte ni ninguna actividad  que requiera un gran esfuerzo físico en las horas del día que más  calienta, ya que correremos el riesgo de padecer un golpe de  calor. Lo mismo que tomar el sol al mediodía, un gran error, ya que  además de poner en peligro nuestra piel lo que hacemos es aumentar el  riesgo de deshidratación.
 
 - Darnos duchas de agua fría  de vez en cuando para bajar nuestra temperatura corporal y relajarnos  es una buena solución, lo mismo que remojar algunas partes del cuerpo  con paños húmedos como al nuca o la frente, algo que  nos ayudará a bajar la temperatura del cuerpo.
 
- Debemos tener especial  cuidado con las personas mayores y los niños, ya que son  grupos de riesgo cuando el calor más aprieta, pues no controlan  demasiado bien las necesidades de su cuerpo y pueden deshidratarse con  más facilidad, por lo que es necesario que nos preocupemos por ellos y  hagamos especial hincapié en que tanto los niños como los mayores  consuman líquidos y se protejan.
 
 - En el caso de tener que salir a  la calle en las horas más calurosas del día es recomendable que cubramos  nuestra cabeza con una gorra o un pañuelo que impida que el  sol nos caliente demasiado.
 
- Llevar siempre con nosotros una botella con  agua es esencial para evitar la deshidratación al igual que evitar  vestir colores muy oscuros que atraigan más el calor y aumenten nuestra  temperatura. Es importante que tengamos cuidado, ya que todos corremos  el mismo riesgo cuando aprieta el sol.
 
 
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