29 abril 2008

¡Anímate a caminar!

Si quieres tener una salud óptima y un cuerpo envidiable, no necesitas correr grandes maratones ni agotarte con pesadas sesiones de ejercicio, si caminas al menos media hora al día y cambias el auto por esta divertida actividad para ir al trabajo o al supermercado beneficiarás a tu organismo, eso es lo que recomienda el artículo de NUEVA PRENSA.

Actualmente, las caminatas y paseos son cada vez más recomendados por los médicos como una de las formas más sencillas de combatir el sedentarismo, que provoca varias enfermedades como obesidad, várices o hipertensión.

Según los especialistas mantenerte activa puede ayudar a disminuir enfermedades propias del envejecimiento.

Nunca antes una actividad tan económica resultó tan rentable. Apenas unos zapatos cómodos y una ropa apropiada son necesarios para dar un buen paseo y contribuir con ello a mejorar la salud física y mental

Lo recomendable es planificar una rutina y repetirla de tres a cuatro veces por semana, aunque los más perezosos pueden optar por combinar el ejercicio con su actividad favorita y mover las piernas mientras eligen vestido en un centro comercial o recogen conchas por la playa. A priori, cualquier lugar es bueno si obliga al organismo a realizar una actividad física durante un tiempo determinado y con cierta frecuencia.

Paso a paso, año tras año

De acuerdo a un estudio realizado en Estados Unidos, caminar rápido es benéfico para mantener la presión sanguínea en buen nivel y aumentar la fuerza muscular de las piernas.

Los investigadores eligieron a hombres y mujeres, los dividieron en tres grupos: uno compuesto por personas a las que no se exigió caminar, otro formado por aquellos que tuvieron que caminar de forma continua a un ritmo moderado y un tercero cuyos integrantes debieron mantener un ritmo de caminata rápido aunque con pequeños intervalos de marcha suave.

Después de estudiar a los participantes durante cinco meses, los médicos observaron una reducción en la tensión arterial en los miembros del tercer grupo, a quienes el ejercicio también les produjo mejoras en su capacidad de hacer actividades aeróbicas y en su fuerza muscular.

Esta investigación refuerza la tesis de que un estilo de vida activo previene la degradación física prematura y favorece la salud. También demuestra que caminar a paso moderado 30 minutos tendría los mismos beneficios que correr media hora en el gimnasio.

Tiempo y frecuencia recomendada

Como la mayoría de los deportes convencionales, el hábito de caminar requiere de cierta constancia y frecuencia para obtener unos resultados satisfactorios. Lo más conveniente es adaptar su práctica a las características propias de cada persona y comenzar con un ritmo lento de baja intensidad, que permita la posibilidad de aumento progresivo.

Caminar entre tres y cinco kilómetros cada día que se sale de paseo resulta una distancia aceptable, aunque también son beneficiosas caminatas de seis kilómetros en un tiempo aproximado de una hora, una vez que el cuerpo está acostumbrado a esta actividad.

Consejos

Antes de empezar a caminar, es conveniente que se planee la ruta que se va a seguir y el terreno, preferiblemente 'blando', por el que se quiere pasear, puesto que este ejercicio se convertirá en una rutina para quien lo practica y debe realizarlo en un lugar en el que se encuentre a gusto y que le motive para no perder el hábito.

Además, hay que tener en cuenta otros detalles como el equipo necesario para hacer más fáciles las caminatas y que incluyen unos zapatos o deportivas cómodas y unos calcetines que mantengan seco el pie. La horma del calzado no debe ser ni muy estrecha ni muy ancha, sino adaptada a la forma de las extremidades de cada uno. En cuanto a la ropa, se debe vestir también de manera cómoda y apropiada, según la temperatura o estación del año, y no utilizar tejidos que favorecen la sudoración corporal.

Por otro lado, pese a que no es necesario portar bebidas durante el recorrido, es aconsejable beber un vaso de agua antes de ponerse en marcha y una vez terminado el paseo, siempre que éste dure menos de una hora. Lo mejor es comenzar con recorridos cortos e ir aumentándolos progresivamente para medir la capacidad y resistencia de cada uno.

También hay que fijarse en la velocidad de paseo y comenzar con un ritmo más lento, que se irá aumentando paulatinamente hasta un ritmo aproximado de un kilómetro cada diez minutos. No hay que olvidar que aquellas personas que padezcan alguna enfermedad crónica deben consultar siempre a su médico para que sea él quien determine la idoneidad de este ejercicio y el ritmo.

La posición debe ser erguida, para que los músculos de las piernas y los glúteos trabajen mejor. Además, de esta forma los pulmones tienen más espacio para tomar aire, los órganos internos no están comprimidos, y la columna y cintura se relajan. La velocidad debe ser suficiente para que aumente el ritmo cardíaco-respiratorio, pero sin producir agitación ni fatiga.

Empieza a caminar hoy mismo, y en poco tiempo podrás apreciar los resultados: mejor rendimiento intelectual y sensación de bienestar.

La caminata nos da el ejercicio aeróbico que ayuda a controlar el peso, quema grasa, aumenta la masa muscular, condiciona el corazón y el sistema respiratorio, tonifica el sistema inmune, reduce el estrés, combate la depresión, aumenta el flujo de oxigeno a través del cuerpo y promueve la sensación de fortaleza y bienestar general. Y además, es bueno para el espíritu porque nos pone en contacto con el aire libre y la naturaleza.


Fuera pensamientos negativos

Estudios de la Universidad de Texas también demuestran que caminar media hora reduce la depresión, la tensión, la fatiga y el enfado, lo cual es un dato que refuerza otros estudios que afirman que el ejercicio favorece el resultado de los medicamentos antidepresivos.

El efecto es aún más saludable si caminas en compañía y en un entorno natural, ya que las imágenes agradables te dan paz y tranquilidad.

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