16 noviembre 2006

El sedentarismo aparece entre las principales causas de muerte evitable

Los cambios en los hábitos de consumo y alimentación que se han producido en los últimos años en España, así como la creciente tendencia al sedentarismo en las actividades lúdicas, están incidiendo de manera muy negativa en la salud de la población hasta el punto de ser considerados una de las principales causas de muerte evitable.

Por su cercanía y conocimiento global de los pacientes, los médicos de familia son los profesionales sanitarios que están en las mejores condiciones para concienciar a la población sobre los beneficios de practicar actividad física. Las ventajas del ejercicio en la población es uno de los temas de debate en el XXVI Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que estos días se celebra en Valencia organizado por la Societat Valenciana de Medicina Familiar i Comunitària. Para el doctor Ricardo Ortega, coordinador del Grupo de Actividad Física y Salud de la semFYC:

"La edad no es una contraindicación para practicar ejercicio de manera regular y adaptado a las condiciones de cada uno. Está demostrado que mejora siempre la salud y la calidad de vida".

MALOS HÁBITOS DE VIDA

El sedentarismo es un problema de salud que está presente tanto en niños como en adultos, aunque a medida que aumenta la edad la inactividad es más frecuente. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud, se estima que el 7% de las muertes registradas en 2003 se debieron a la inactividad física. En este punto, el doctor Ortega señala que se trata del factor de riesgo, asociado a los hábitos de vida actuales, que más impacto tiene sobre la salud debido a que está implicado en el desarrollo de numerosas enfermedades y su prevalencia es superior a la de cualquier otro factor de riesgo como el tabaquismo o el consumo de alcohol.

Los médicos de familia consideran que una persona es activa cuando camina 10.000 pasos y muy activa cuando se alcanzan hasta 12.500 pasos. Según los estudios disponibles, las personas activas viven unos tres años más de media, con mejor calidad de vida y mayor autonomía que los que son inactivos.

ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

La falta de actividad física está también asociada a un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Según explica el doctor Ortega, practicado regularmente, el ejercicio físico favorece que el paciente experimente, entre otros beneficios, un incremento del colesterol “bueno”, una pérdida de peso en las personas con obesidad y, en general, una reducción del riesgo de sufrir un infarto de miocardio, incluso entre quienes han superado previamente algún evento cardiovascular.

Las mejorías asociadas al ejercicio físico también son evidentes en el aparato locomotor:

"En el caso de las personas mayores, tan castigadas por la osteoporosis o la artrosis, el ejercicio disminuye el dolor articular y mejora la movilidad, tan ligada a la autonomía personal para las actividades cotidianas".

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