Aunque las bondades cardiovasculares de una ingesta moderada de alcohol ya han sido demostradas en varios estudios, normalmente los médicos no suelen recomendar el consumo de bebidas alcohólicas en enfermos coronarios. Para mantener sano el corazón, los especialistas instan a sus pacientes a llevar una dieta equilibrada y a practicar ejercicio, y rara vez a tomar dos copitas de vino al día, ya que un consumo excesivo de alcohol está asociado con un gran número de problemas para la salud y puede tener graves contraindicaciones.
Sin embargo, un estudio que se publica esta semana en la revista estadounidense 'Archives of Internal Medicine' muestra que en hombres que ya tienen hábitos de vida saludables, un consumo moderado de alcohol contribuye a reducir considerablemente su riesgo cardiovascular. Según este estudio, el alcohol en pequeñas dosis contribuye a elevar los niveles de HDL o "colesterol bueno".
"En individuos que hacen ejercicio, no fuman, mantienen un peso adecuado y llevan una dieta equilibrada, podrían existir otros modos de reducir aún más el riesgo (cardiovascular)", explican los autores de este trabajo, dirigido por Kenneth J. Mucamal, del Beth Israel Deaconess Medical Center de Boston.
Sólo hombres sanos
El trabajo realizó un seguimiento a través de varios cuestionarios durante 16 años (entre 1986 y 2002) a una muestra de 8.867 hombres de entre 40 y 75 años. Este grupo, que formaba parte de un estudio de seguimiento de profesionales americanos, estaba compuesto íntegramente por hombres que llevaban hábitos de vida saludable. Así, sólo se escogieron individuos no fumadores, deportistas (practicaban al menos 30 minutos de actividad física al día), en su peso ideal, sin enfermedades graves, y consumidores de una dieta sana (poca carne roja y grasas trans y gran cantidad de frutas, verduras y pescado).
A través de varios cuestionarios, estos individuos debían relatar, entre otras cosas, sus hábitos alimenticios, índice de masa corporal, actividad física diaria y la cantidad de alcohol que consumían (referencias a cerveza, vino blanco, vino tinto y licores); además de cualquier problema cardiovascular.
Los resultados demostraron que aquellos que consumían una cantidad moderada de alcohol diariamente (alrededor de dos copas) presentaban los índices más bajos de infarto de miocardio.
Entre 1986 y 2002, murieron 106 hombres de la muestra a causa de un ataque al corazón. Ocho de ellos pertenecían al grupo de 1.282 que consumía alcohol de forma moderada (entre 15 y 29.9 gramos al día), nueve formaban parte del grupo de 714 personas que manifestó consumir más de 30 gramos al día, 34 pertenecían a los 2.252 que tomaban menos de 4.9 gramos al día y 28 lo hacían dentro de los 1.889 que aseguraban no tomar ni una sola gota de alcohol.
Después de ajustar estos resultados con otros parámetros, los investigadores concluyeron que el riesgo más bajo lo presentaban aquellos hombres sanos que consumían entre 5 y 30 gramos de alcohol al día (entre una copa y media y dos copas). Por contra, el riesgo más alto según destaca este trabajo, se encontraba en los individuos abstemios.
Pese a todo, los autores de este estudio observacional reclaman posteriores investigaciones que ratifiquen sus conclusiones.
Fuente: ELMUNDO.es - 24/10/2006
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