19 octubre 2006

Caminar con paso optimista hacia el futuro

“El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”, Eleanor Roosevelt

El ser humano es un caminante por naturaleza. Camina siempre en dirección hacia el futuro.

Este proyectarse hacia delante es una tendencia humana indeclinable, potenciada o atrofiada por dos actitudes específicas: el optimismo y el pesimismo.

El futuro puede presentarse como un campo abierto a las realizaciones o como un terreno minado y peligroso. Hay quien se adentra con ánimo acobardado.

En estos diversos modos de percibir el futuro, juega un papel importantísimo la imaginación, “la loca de la casa”, como la llamaba Santa Teresa. Nadie escogería a una loca como consejera y, sin embargo, muchas veces es exactamente eso lo que hacemos agigantando detalles insignificantes: a una pequeña protuberancia nuestra imaginación la transforma en cáncer; un dolor de pecho es una amenaza de infarto; un ruido a mitad de la noche es un temible asaltante.

Mantenernos optimistas día tras día debe ser una constante en nuestra vida. Utilicemos esta poderosa herramienta para luchar contra todas las tretas que el pesimismo va sembrando a lo largo de nuestro camino.

Fuente: yucatan.com.mx - 15/Octubre/2006

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