14 septiembre 2006

Qué comer en una excursión de un día

Eligiendo un buen menú se puede disfrutar el doble de la jornada

En días de vacaciones es habitual que se abandonen algunos hábitos mantenidos durante el resto del año y en especial la práctica regular de ejercicio físico, aunque hay personas que aprovechan para mantenerlo o incluso incrementarlo. Estos días de temperaturas más elevadas se invierten sobre todo para el descanso, tanto físico como mental, de las actividades cotidianas.

Es frecuente que en temporada de vacaciones se planifiquen excursiones cortas de un día. Se pueden planear salidas para disfrutar de la cultura, la gastronomía, la naturaleza o de todas ellas.

En el caso de que el plan elegido sea pasar el día en el monte, por poner un ejemplo, es importante realizar un desayuno consistente que incluya lácteo, fruta y cereal. Además puede acompañarse de mermelada, dulce de membrillo, mantequilla o margarina, fiambres, jamón, queso, etc., para afrontar la jornada con la energía que el cuerpo necesita

"El equipaje"

Para la excursión no hay que olvidar llevar siempre con nosotros agua suficiente y alguna bebida isotónica comercial o casera (agua, zumo de naranja, zumo de limón, azúcar, sal y bicarbonato) para evitar la deshidratación y la pérdida de electrolitos y de esta forma prevenir la pájara y mantener el cuerpo bien hidratado. Estas bebidas isotónicas se aconsejan en caso de ejercicio físico moderado e intenso, por lo que no sería necesario en un corto paseo. Algo muy importante es beber frecuentemente antes de sentir la sensación de sed, ya que la sed es un síntoma que alerta de que la deshidratación ya ha comenzado.

Algo también muy importante es protegerse de las largas horas de exposición al sol con cremas, gafas de sol, gorras, así como llevar un calzado adecuado.

Para que las fuerzas no flaqueen y se pueda continuar la marcha sin excesivo sobreesfuerzo, es recomendable respetar las 5 comidas del día o aumentarlas a 6, para hacerlas más ligeras, no sobrecarguen en exceso nuestro estómago y continuar con nuestro ritmo. Del mismo modo también es muy importante introducir alguna colación o tentempié que incluya alimentos ricos en hidratos de carbono como son la fruta, los cereales (pan, galletas,...) o también frutos secos, altamente energéticos y con sustancias antioxidantes. Estos alimentos junto con la bebida son imprescindibles en la mochila durante todo el día.

¿Qué hay para comer?

En cuanto a las comidas principales, si no se van a realizar en establecimiento -bar, restaurante, etc.-, lo mejor es llevar alimentos que no necesiten cocción o que ya estén cocinados, ya que cada vez son menos los lugares habilitados para hacer fuego y en el caso de que no se pueda cocinar, la sorpresa puede llevar al "ayuno". Lo más recomendable es incluir un picnic a base de sándwich o bocadillo, alguna conserva y en caso de llevar ensalada, la mejor opción es tener todos los ingredientes limpios y preparados para cortar y aliñar en el momento. Como postre la mejor opción suele ser la fruta, pero también se puede incluir algún lácteo que no necesite frío para su conservación. Es recomendable llevar la cantidad justa que se piensa comer para evitar sobras.

En este tipo de jornadas las tortillas son alimentos sumamente delicados, ya que a veces no terminan de cuajarse en su interior y hasta el momento de su consumo pasan varias horas a temperatura ambiente que los microorganismos aprovechan para multiplicarse. Las tortillas son algunos de los alimentos que más se asocian a la salmonelosis. Esta enfermedad se manifiesta con síntomas digestivos -náuseas, diarreas, dolor abdominal- que en ocasiones se achacan a otras causas -agua contaminada, calor, etc.- y que en realidad pueden surgir por haber comido tortilla en mal estado en la jornada de excursión.

Las temidas agujetas

Las agujetas se producen a raíz de la rotura de fibras del músculo. Aunque su origen no está del todo claro, lo que sí que es muy probable es que si no se está acostumbrado a la práctica de ejercicio físico se sufrirán al día siguiente, pero con una duración corta -la media son dos o tres días-. Dicen los expertos que el único remedio efectivo es la práctica de más ejercicio físico y que de poco sirve el remedio casero de "agua con azúcar". Aunque tampoco son eficaces los estiramientos para prevenirlas, lo que sí que es cierto es que los estiramientos anteriores y posteriores al ejercicio son siempre necesarios.

Fuente: consumer.es - 31 de agosto de 2006

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