12 septiembre 2006

Parece ser que la ira no causa ataque cardíaco

Las personas que se irritan o impacientan de vez en cuando no son más propensas a sufrir un ataque al corazón, aunque hacen méritos para ello si persisten es ese estado.

Según he leido en Infobae.com , en un estudio se investigó la salud y el comportamiento de 6.148 personas, según se ha publicado en la edición de la revista Public Library of Science Genetics, que concluye que los individuos irascibles no corren más riesgos ni son más propensos de sufrir un infarto.

Es evidente que ser impaciente o enojarse fácilmente puede causar problemas e inconvenientes en varios ámbitos (trabajo, familiar, vecinos, etc.), pero no lo convierte a uno en candidato para padecer un ataque al corazón.

Solamente la persistencia del enojo a través del tiempo, puede desencadenar un proceso denominado disestrés y, como consecuencia, esto sí puede causarle un infarto. Acumular ira, hostilidad, rabia desencadena la secreción de una sustancia denominada cortisol que predispone a la enfermedad coronaria. Depende de cuánto dure el enojo, de cuán intenso sea y de la subjetividad de quien lo siente

Cada ser humano tiene dentro de una sociedad y cultura, una historia de vida que lo diferencia de los demás dándole singularidad a sus emociones, pensamientos y acciones.

A partir de los resultados de este estudio, los que se enfadan de vez en cuando, pueden sentirse algo más aliviados. Pero no es recomendable vivir en un estado “permanente de irritabilidad”, los individuos con ese tipo de personalidad, caracterizada por la impaciencia, la competitividad y facilidad al enfado, pueden estar en peligro su salud.

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