19 septiembre 2006

Chicago: Menús sin grasas

El ayuntamiento de Chicago propone prohibir el uso de aceites con un tipo de grasas, las denominadas trans, en los restaurantes para acabar con los problemas de salud que generan. Tras la polémica levantada por las pérdidas económicas que supondría para los pequeños restaurantes, sólo se aplicará a los establecimientos de comida rápida.

Las grasas trans se encuentran en algunos aceites vegetales, en los productos comerciales horneados (donuts, bollos, galletas...), en los alimentos procesados y en fritos o margarinas.

La propuesta del concejal Edward M. Burke no es la primera medida polémica del ayuntamiento. En abril prohibieron vender fuagrás en los restaurantes; han promovido medidas para que los taxistas vistan mejor; y, por último, aprobaron una ordenanza municipal para ilegalizar fumar en la playa.

Incluso el alcalde de la ciudad, Richard M.Daley, que a menudo promueve el uso de la bicicleta y que recientemente creó una comisión de salud, se ha negado a la prohibición del uso de aceites con grasas trans, "¿acaso va el ayuntamiento a planear nuestros menús?", ironizó en declaraciones a 'The New York Times'.

Pero, Burke se muestra intransigente al respecto y pone su enfásis en los problemas de obesidad, diabetes y corazón. Es consciente de que el uso de aceites más saludables no va a convertir de repente a los habitantes de Chicago en ciudadanos atléticos, pero sí cree que aliviará parte de sus problemas coronarios.

Estas grasas manufacturadas se encuentran en los aceites vegetales empleados para cocinar, productos comerciales horneados (donuts, bollos...), alimentos procesados y fritos o margarinas. Paradójicamente, las grasas trans (que se obtienen al añadir hidrógeno al aceite vegetal) se desarrollaron para sustituir a las nocivas grasas saturadas, pero se ha ido comprobando que en realidad son peores para la salud.

"Si estuviéramos hablando sólo de adultos no me preocuparía. Pero el problema es que los jóvenes están llevando dietas que no son saludables", señaló el concejal.

Si la propuesta del político sale adelante, los restaurantes que utilicen aceites con grasas trans en sus cocinas serán sancionados con una multa de entre 200 y 1.000 dólares (160 y 800 euros).

Otros ciudadanos como Ben Swetland señalan que "si todo lo demás estuviera resuelto sería perfecto ponerse a debatir sobre este tipo de cuestiones. Pero a mí me parece que los concejales tiene cosas más importantes sobre las que preocuparse".

De ser aprobada, la prohibición será la primera medida de estas características en una gran ciudad. En poblaciones como Tiburón, en California, y en la ciudad de Nueva York, los restaurantes dejaron de cocinar con este tipo de aceites voluntariamente.

Para los propietarios de los establecimientos, el hecho de que sea voluntario cambia las cosas porque para una pizzería el cambiar el aceite puede suponer un gasto de 50.000 dólares al año (40.000 euros).

"La triste realidad apunta a que muchos restaurantes, tales como los étnicos, se verán obligados a cerrar porque no podrán hacer frente a los gastos", explica Collen McShane, presidente de la Asociación de Restaurantes de Illinois.

Ante las críticas, Edward Burke ha asegurado que considerará la posibilidad de cambiar parte de su propuesta y aplicar la medida únicamente a las cadenas de comida rápida.

Fuente: blogs.periodistadigital.com - 18/sept/2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario...