07 septiembre 2006

Caminata libre de malestar

Es una actividad muy popular en nuestros días: caminar al menos 45 minutos, 3 o 4 veces por semana, además de ser una forma de ejercicio, puede ayudar a prevenir enfermedades causadas por el estrés o el sedentarismo, males propios de este siglo.

Sin embargo, la práctica inadecuada podría causar efectos negativos. Tome nota.
Jimmy Moreira, fisioterapista, señala que a la hora de practicar esta actividad hay que tomar en cuenta dos requisitos básicos, especialmente al empezar: Primero puede buscar el asesoramiento de un profesional, quien le guiará sobre el rol que debe seguir según la meta que busca. Así mismo es necesario regirse a un control médico permanente sobre todo si se encuentra en la cuarta década de su vida.

Los estudios señalan que 8 de cada 10 personas mejorarían su estado de salud si caminaran. Plutarco Buzzeta Loor, cardiólogo, sustenta que el caminar es una actividad sumamente beneficiosa para la salud “pero no es una acción milagrosa que por si sola cura al diabético o al hipertenso. Las personas deben entenderla como una opción capaz de mejorar la calidad de vida de las personas, como un complemento ideal para prevenir o controlar las enfermedades, pero no como un método autónomo”, explica.

Consejos de los expertos Moreira recomienda varias normas que le ayudarán a evitar futuras fatigas musculares o fracturas a nivel de la columna vertebral, así como lesiones en el periostio óseo y en la rótula. Primero que nada, es fundamental llevar zapatos adecuados, las suelas deben ser flexibles, con la talla correcta y puede cambiar de calzado una vez al año.

Buzzeta señala que se debe caminar con ritmo moderado pero mantenido, es decir tomar pasos de forma relajada, uno tras otro, permitiendo un movimiento natural y flexible de los pies, así mismo no hay que tomar pasos demasiado grandes ya que puede castigar a los pies y gemelos, este es un error que cometen las personas cuando inician la actividad y buscan resultados inmediatos. Es preferible tomar pasos pequeños durante más tiempo.


Una buena postura le permitirá respirar bien y mantener la línea corporal: la barbilla arriba, en paralelo al suelo y los ojos mirando unos 3 metros hacia delante. Caminar recto, con los hombros relajados, barbilla recta y paralela al suelo. Evite mantener los brazos quietos, si deja que estos se cuelguen corre el peligro que de las manos y los brazos se hinchen y además funcionan como un freno. Los brazos deben estar en movimiento, constantemente, como un péndulo delante y detrás.

Es importantísimo beber agua antes, durante y después. Puede ser un vaso de agua 10 minutos antes de empezar a caminar y al terminar, uno o dos vasos más. Si logra caminar durante más de dos horas, tome bebidas isotónicas para deportistas.


Los instructores de gimnasia señalan que es básico llevar ropa vistosa (si camina por la noche, ropa tipo ciclista y que le permita sudar). También puede usar un impermeable u otro tipo de prendas que pueda quitar y llevar sin que resulte un estorbo. Si camina durante el día puede usar un gorro para protegerse del sol.


Beneficios
Plutarco Buzzeta expone que el caminar tiene sus beneficios. Su alcance se proyecta desde el control de peso hasta ser uno de los métodos más efectivos para vigorizar la capacidad física, mental y espiritual. Dentro de sus beneficios, favorece al paciente hipertenso al ayudar a disminuir su presión arterial sanguínea, fortalece al corazón, disminuye los riesgos de la arteriosclerosis y mejora la circulación y trastornos metabólicos.

Fuente: eldiario.com.ec - 07/sept/2006

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