24 febrero 2006

Camine para mejorar su calidad de vida

La vida urbana moderna, los adelantos tecnológicos, los vehículos a motor, los ordenadores, los ascensores, las escaleras eléctricas, entre otras cosas, han traído como consecuencia un alto grado de sedentarismo en nuestra población, sin distingo de edad, raza, sexo y religión.

La falta de ejercicio físico es una causa importante de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y otros trastornos de la salud. La Organización Mundial de la Salud ha estimado que el sedentarismo o inactividad física es la causa principal de más de 2 millones de muertes por año a nivel mundial, y que probablemente una tercera parte de los cánceres y más del 80% de las cardiopatías coronarias prematuras puedan prevenirse adoptando una alimentación sana, manteniendo un peso saludable y haciendo suficiente ejercicio a lo largo de toda la vida.

Sin embargo, para hacer ejercicios no hace falta inscribirnos en un costoso gimnasio ni convertirnos en grandes atletas. Caminar es una forma sencilla, barata y natural de mantener la salud, ponernos en forma y perder peso.

Para las personas que no son deportistas, que tengan algún tipo de problema físico, de tiempo o de otra índole que no le permita la práctica rutinaria de un deporte, pueden hacer ejercicios realizando una actividad tan sencilla y cotidiana como caminar a un paso más rápido que lo normal, por media hora diaria como mínimo y por lo menos 3 veces a la semana.

Antes de cualquier rutina de ejercicios debemos realizar primero un calentamiento de los músculos y para ello es bueno estirar los músculos rígidos o caminar los primeros 5 a 10 minutos despacio y haciendo lo mismo al terminar de caminar para ayudar a que los músculos se relajen.

Por su salud debe comenzar a caminar, hágalo de manera gradual y progresiva y para ello es importante:

  • Buscar y programar en la semana el tiempo necesario para caminar.
  • Podemos caminar a cualquier hora del día, pero en épocas de calor es preferible por la tarde o por la mañana para evitar el calor del día; así mismo, evite hacerlo justo después de las comidas.
  • Escoja un escenario agradable para caminar, en nuestra ciudad tenemos suficientes espacios naturales para hacerlo.
  • Use zapatos adecuados, flexibles y cómodos, además de ropa holgada y fresca.
  • Seleccione una buena compañía para hacer más agradable la actividad, pero si decide hacerlo solo, disfrute una buena música o goce su soledad.
El caminar para estar en forma requiere de algunas técnicas que nos permitan sacar el máximo provecho al ejercicio y evitar el riesgo de lesiones por mala práctica:
  1. Es necesario mantener un ritmo constante, sentir como aumentan los latidos del corazón, sentirnos cómodos con el nivel de intensidad de la marcha, el nivel adecuado lo podemos verificar por el pulso, pero lo más práctico es sentir una dificultad respiratoria mínima al hablar, si no sentimos nada, aumentar y si la dificultad es extrema, disminuir la velocidad.
  2. Mantenga la cabeza en alto, espalda derecha, meta la barriga hasta donde pueda, por supuesto, mueva los brazos al ritmo de sus pasos y si va a subir una pendiente, inclínese hacia delante, ayudándose con el ritmo de los brazos.
  3. Camine apoyando primero el talón y luego el resto del pie hasta empujar hacia atrás con los dedos.
  4. Los pasos deben ser largos, pero de acuerdo al alcance natural de sus piernas, no exagere, es un error porque castiga a los pies y las pantorrillas, tómelo con calma, si da los pasos más cortos puede incrementar más la velocidad.
  5. Respire profundamente, si camina animadamente, es probable que se encuentre más cómodo al respirar por la boca.
Caminar, como cualquier ejercicio, tiene la acción comprobada de prevenir y controlar ciertas enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes, la obesidad y la osteoporosis; aumenta su nivel de energía, su autoestima; disminuye el estrés, los niveles de colesterol y otras grasas, la tensión arterial, el riesgo de sufrir de algunos cánceres como el de colon; modifica y actúa como coadyuvante en la prevención de trastornos psicológicos como la ansiedad, trastornos obsesivos compulsivos y, en lo que respecta a la depresión, se ha podido constatar en diferentes investigaciones un efecto antidepresivo del ejercicio. Al mejorar la función mental, la autonomía, la memoria, la rapidez, la imagen corporal y la sensación de bienestar, se produce una estabilidad en la personalidad caracterizada por el optimismo, la euforia y la flexibilidad mental.

Otras recomendaciones:
  • Todos los programas de ejercicios deben comenzar gradualmente para prevenir posibles lesiones y heridas de los músculos. Un poco de rigidez muscular puede presentarse al principio, pero es leve y tiende a desaparecer una vez que los músculos se acostumbren al incremento de la actividad física.
  • La mayoría de las personas no necesitan un examen médico previo para comenzar un programa de caminatas. No obstante los varones de más de 40 años y las mujeres de más de 50 años con factores de riesgo conocidos es recomendable una evaluación médica que incluya cuando menos una exploración básica, una analítica y un electrocardiograma en reposo.
  • Es aconsejable descansar un día a la semana, es tan malo no hacer ejercicios como exagerarlos, puede aburrirse y perder el entusiasmo. Al tomar un descanso de vez en cuando permitirá que su cuerpo pueda repararse y los músculos reconstituirse.· Caminar es un ejercicio aeróbico con grandes beneficios en la esfera cardio-respiratoria -corazón, pulmones y sistema circulatorio. Un programa de caminata aeróbica mejora el rendimiento cardíaco porque el corazón trabaja en forma más eficaz incluso al estar en reposo.

Fuente: correodecaroni.com - 13/feb/06

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