Cuba se ha convertido en una potencia deportiva y el éxito de sus atletas no es el producto de un esfuerzo de laboratorio en busca de medallas de oro en las competencias internacionales. Es el resultado del trabajo conjunto de la formación de profesores y entrenadores, de la creación de escuelas especializadas y de una política favorable a la universalización de la cultura y la enseñanza que se extiende, entre otros, a los centros de estudios de todos los niveles, fábricas, establecimientos como parte de una política dirigida a elevar y generalizar los conocimientos en la población.
En este esfuerzo la práctica masiva de deportes, la realización del ejercicio diario, de acuerdo a la situación de cada persona, constituye una de las condicionantes para prolongar la existencia e incluso llegar a 100 años o más con calidad de vida, afirma el profesor Selman.
Conocemos que el sedentarismo aumenta las causas de mortalidad, duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, de diabetes de tipo II y de obesidad. Aumenta el riesgo de hipertensión arterial, problemas de peso, osteoporosis, depresión y ansiedad. Además, es uno de los factores de riesgo para padecer cáncer de colon y de mama, entre otros.
Las encuestas de salud realizadas en todo el mundo dicen que el porcentaje de adultos sedentarios o casi sedentarios varía entre el 60% y el 85%. Para los investigadores es evidente que la inactividad física es un problema importante de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo.
La cultura actual ha llevado a millones de personas a un punto en que es urgente la implementación de medidas de salud pública eficaces para promover la actividad física y mejorar la salud en todo el mundo. Cuba ha tomado en serio la investigación de
Y fomenta la actividad física que contribuye a evitar enfermedades crónicas que son hoy la principal causa de mortalidad prácticamente en todo el mundo. La mala dieta, el exceso de calorías, la inactividad, la obesidad y las enfermedades crónicas asociadas son el mayor problema de salud pública de la mayoría de los países del mundo.
Además, el hábito de la actividad física regular ayuda a prevenir o a controlar, especialmente entre los niños y los jóvenes, los comportamientos de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias, los regímenes alimenticios poco saludables .
El hábito de caminar, correr, montar en bicicleta, bailar o simplemente jugar son formas comunes de ejercicios. Pero a mayor nivel de actividad física controlada se logrará un incremento de los beneficios obtenido, lo cual aumenta el sentimiento de bienestar y la mejor utilización del tiempo libre.
Como casi todo en la vida, la práctica del ejercicio físico es un hábito que puede —y debe— cultivarse desde temprana edad. Por ello es importante que sea parte de la educación que reciben los niños y jóvenes. Sin embargo, nunca es tarde para comenzar a abandonar el sedentarismo y ganar calidad de vida, a la vez que proporciona a las comunidades y a las economías los beneficios derivados de la reducción de los costos de la atención de la salud pública, puesto que, en general, las personas que regularmente hacen actividad física y practican deportes se enferman menos.
Caminar aumentando paulatinamente la distancia hasta llegar a cinco km diarios es una meta saludable que se puede lograr, siempre con la orientación médica, principalmente en los adultos mayores.
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