"Nuestros hallazgos apoyan nuestro estudio anterior que detectó que mayores consumos de vitamina C y de fruta, en general, estaban asociados con un menor riesgo de desarrollar poliartritis inflamatoria, así que secunda la recomendación [a la población general] de comer cinco raciones de fruta y verdura diariamente", explica Dorothy Pattison, investigadora de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) y principal firmante del estudio. Como Pattison y su equipo ya habían visto que el consumo de frutas ofrecía protección frente a la patología, en su nueva investigación decidieron fijarse en unos de los componentes de la fruta: los carotenoides, la familia de antioxidantes responsables del color de estos alimentos. Para ello, han revisado los datos de más de 25.000 británicos que estaban participando en un gran estudio europeo (el EPIC) que investiga la relación entre la dieta y el cáncer. Durante el seguimiento, se registraron 88 casos de poliartritis inflamatoria (es decir, inflamación en más de dos grupos articulares, un problema que suele preceder al desarrollo de artritis reumatoide). Los datos sobre los hábitos alimenticios de estas personas se compararon entonces con la información de 176 personas sanas (grupo control). Los primeros tenían un consumo mucho menor de dos carotenoides: un 40% menos de betacriptoxantina (carotenoide de color amarillo o naranja, y presente en la naranja, la papaya, el maíz o la mandarina) y un 20% menos de zeaxantina (verde amarillento, presente en el melón, la espinaca, el maíz o las naranjas), en comparación con los 'controles'. Entre las personas con las mayores ingestas de ambos carotenoides, el riesgo de poliartritis era la mitad que el de los que presentaban los consumos más bajos. "Basándonos en los resultados de nuestro estudio, añadir a la dieta tan sólo un vaso de zumo de naranja al día, es suficiente para aumentar la ingesta de betacriptoxantina a la mayor y más protectora cantidad de consumo", concluyen los autores. "Yo también insistiría en que la gente pruebe y coma tanta variedad de frutas y verduras como sea posible y que incluyan muchas frutas y verduras de colores diferentes para conseguir una variedad de nutrientes vegetales, tal y como son los carotenoides", agrega Pattison. Explicación "Estos datos apoyan, aunque no son conclusivos, el hecho de que estos carotenoides están asociados con un menor riesgo de poliartritis", matizan. "Lo más probable es que los carotenoides actúen como antioxidantes. Una de las funciones de los antioxidantes es 'limpiar' otras moléculas potencialmente dañinas conocidas como 'radicales libres'. Estos radicales libres pueden ser la causa de la inflamación", explica Pattison. Esta experta y su equipo ven difícil que se pueda realizar una investigación que demuestre sin ninguna duda la contribución de la dieta a la prevención de la artritis reumatoide, dada la relativamente escasa frecuencia de la enfermedad. "Sin embargo, quizás hay ya las suficientes evidencias como para sugerir [que se realice] un ensayo que pruebe si un aumento en el consumo de alimentos ricos en carotenoides y otros antioxidantes durante las etapas iniciales de la enfermedad inflamatoria disminuye el riesgo de enfermedad crónica y, posiblemente, de daño articular", concluyen los investigadores. Por lo pronto, Pattison cree que las personas que ya tienen la enfermedad deberían seguir la misma recomendación: "Comer cinco frutas y verduras diariamente y en tanta variedad como sea posible, pero también pescado, pescados grasos, carne magra y blanca en lugar de carnes rojas y productos con calcio".
Caminar, es el más antiguo de los ejercicios, que tiene enormes beneficios para la salud. Lo aquí expuesto es para las personas sanas que quieren seguir siéndolo y que no saben cómo cuidarse o que no pueden, no quieren o no lo intentan. El objetivo: apoyar a los que se cuidan, animar a los que no lo hacen y dar consejos útiles a ambos. Simplemente mediante el ejercicio de caminar. Ya sabes: "Caminante no hay camino... se hace camino al andar". ¿A qué esperas?
20 septiembre 2005
Un vaso de zumo contra la artritis
Un nuevo estudio vuelve a aportar evidencias sobre el peso de la dieta en el riesgo de desarrollar artritis. Consumir dos nutrientes que dan el color amarillo o anaranjado a ciertas frutas (en una cantidad equivalente a un zumo de naranja diario) contribuye a prevenir la enfermedad.
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