Diversos especialistas coincidieron en señalar que la actividad física ayuda a cambiar el estado de ánimo y puede contribuir a evitar enfermedades. Dentro de las actividades a desarrollar está la actividad física que podría reducir en forma importante el riesgo a enfermar, ya que produce "importantes modificaciones en la personalidad, tales como la estabilidad emocional, elevando la autoestima, la confianza y la mejora en la percepción de sí mismo".
Además, mejora la vida sexual y el rendimiento intelectual. Si se practica en forma grupal, favorece la socialización y la integración. En diferentes trabajos de investigación, los especialistas coinciden en que el ejercicio físico tiene un efecto antidepresivo y es un elemento terapéutico importante en las depresiones leves o moderadas.
Expertos del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, aseguraron que "la indicación de actividades físicas tales como andar en bicicleta, caminar, bailar, hacer gimnasia o nadar, tienen efectos similares a los proporcionados por los antidepresivos y la psicoterapia".
"La actividad física por sí sola no cura la depresión, pero la idea es hacer algo activo para revertir la inactividad característica de la depresión y estimular los mecanismos que reducen los estados de ánimo negativos", señaló la profesora de educación física Guillermina Negro, miembro de la Sociedad Platense de Geriatría y Gerontología, y de la Asociación Gerontológica Argentina. La agregó: "Elija la actividad que prefiera y respete siempre estas tres premisas: que sea progresiva (empezar de a poco), divertida (que le guste) y posible (que no interfiera con su vida) y para empezar, haga una actividad liviana, dos o tres veces por semana, de 40 o 45 minutos de duración bajo supervisión de profesionales idóneos".
Añadió que es preferible que esas actividades "sean grupales, porque el trabajo compartido y grupal permite a la persona deprimida poder salir del estado de aislamiento en que se encuentra".
"No intente iniciar un programa de actividad física por su cuenta sino que consulte a su médico de cabecera y al profesor en educación física con experiencia en gimnasia para adultos mayores cuál es la rutina de ejercicio óptima de acuerdo con las posibilidades, las limitaciones y los intereses de cada caso en particular", concluyó la docente. psicosomáticas, depresión, aislamiento, insomnio o trastornos digestivos. Para ello, la actividad y la ocupación del tiempo libre (ocio activo) son las medidas preventivas que ayudan a mantener la salud de los adultos mayores, según los especialistas.
Además, mejora la vida sexual y el rendimiento intelectual. Si se practica en forma grupal, favorece la socialización y la integración. En diferentes trabajos de investigación, los especialistas coinciden en que el ejercicio físico tiene un efecto antidepresivo y es un elemento terapéutico importante en las depresiones leves o moderadas.
Expertos del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, aseguraron que "la indicación de actividades físicas tales como andar en bicicleta, caminar, bailar, hacer gimnasia o nadar, tienen efectos similares a los proporcionados por los antidepresivos y la psicoterapia".
"La actividad física por sí sola no cura la depresión, pero la idea es hacer algo activo para revertir la inactividad característica de la depresión y estimular los mecanismos que reducen los estados de ánimo negativos", señaló la profesora de educación física Guillermina Negro, miembro de la Sociedad Platense de Geriatría y Gerontología, y de la Asociación Gerontológica Argentina. La agregó: "Elija la actividad que prefiera y respete siempre estas tres premisas: que sea progresiva (empezar de a poco), divertida (que le guste) y posible (que no interfiera con su vida) y para empezar, haga una actividad liviana, dos o tres veces por semana, de 40 o 45 minutos de duración bajo supervisión de profesionales idóneos".
Añadió que es preferible que esas actividades "sean grupales, porque el trabajo compartido y grupal permite a la persona deprimida poder salir del estado de aislamiento en que se encuentra".
"No intente iniciar un programa de actividad física por su cuenta sino que consulte a su médico de cabecera y al profesor en educación física con experiencia en gimnasia para adultos mayores cuál es la rutina de ejercicio óptima de acuerdo con las posibilidades, las limitaciones y los intereses de cada caso en particular", concluyó la docente. psicosomáticas, depresión, aislamiento, insomnio o trastornos digestivos. Para ello, la actividad y la ocupación del tiempo libre (ocio activo) son las medidas preventivas que ayudan a mantener la salud de los adultos mayores, según los especialistas.
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