Los beneficios de la tecnología también alcanzan a los deportistas. Y no sólo a los de alta competencia. En el mercado hay aparatos capaces de leer el ritmo cardíaco, la distancia recorrida y el tiempo utilizado en la actividad física, datos que pueden ser ingresados en páginas web para elaborar verdaderos planes de entrenamiento.
Ojo con el pulso. Los monitores de ritmo cardíaco (Heart Rate Monitor: HRM) miden el número de pulsaciones por minuto, entregando resultados similares a los de un electrocardiograma.
La gracia de estos dispositivos -fabricados por compañía como Polar o Timex- es que se pueden conectar al computador para descargar toda la información asociada a una sesión de ejercicios, datos que pueden ser evaluados por un preparador físico o por un software de entrenamiento virtual.
Los datos registrados por estos dispositivos son útiles para regular la duración e intensidad del entrenamiento y el rendimiento, al revelar cómo reacciona el organismo con cada ejercicio. Por esto, se han transformado en un instrumento indispensable para el trabajo de los deportistas.
Han reducido el margen de error y el nivel de incertidumbre que el entrenador tenía al iniciar la planificación o evaluar las diferentes capacidades físicas, si bien los datos registrados por los HRM son comprensibles para cualquier persona, es necesario poner ojo en su aplicación en planes de entrenamiento para que éstos sean efectivos y no contraproducentes.
Música para correr. La oferta de reproductores de música "para deportistas" es amplia, pero Philips cuenta con uno muy particular. El MP3RUN se sujeta al brazo y viene con un sensor de velocidad inalámbrico Bluetooth, que se instala en la zapatilla del corredor. Al empezar a moverse el sensor recopila datos como la velocidad, la distancia y el tiempo transcurrido.
Mientras el sensor trabaja, el deportista puede acompañar su actividad física escuchando su música preferida. Al terminar el ejercicio el dispositivo entrega un resumen del rendimiento, el cual se puede oír a través de los audífonos. El dispositivo tiene un costo de 399 euros.
Entrenamiento con GPS. Quienes disponen de un dispositivo GPS pueden utilizar el software Sportsim que se baja de manera gratuita de la red. Este programa sirve para conocer la distancia que se ha recorrido, el tiempo empleado y la ruta exacta que se siguió. La gracias es que así se pueden comparar los resultados con otras sesiones de entrenamiento para optimizar el rendimiento.
El programa también funciona con monitores de ritmo cardíaco, gracias a lo cual toda la información de los ejercicios puede ser compartida en línea con otros usuarios e incluso realizar competencias virtuales en circuitos bien delimitados gracias al uso del GPS.
La información es descargada a mapas, en los cuales se visualiza el circuito recorrido con las distancias y tiempos. Ojo, que para usar estas funcionalidades hay que pagar.
El programa necesita estar conectado a Internet para funcionar y cuando descarga actividades y planos se pone bastante lento. Para subir información son compatibles sólo algunos modelos de GPS de las marcas Garmin y Magellan y ciertos monitores de ritmo cardíaco de las marcas Polar y Timex.
Entrenador virtual. La marca Polar cuenta con un "personal trainer" virtual donde el usuario se puede registrar de manera gratuita para cinco tipos de actividades distintas: ejercicios al aire libre, correr, ciclismo, mantenerse en forma y control de peso.
Al seleccionar una actividad hay que entregar varios datos físicos como peso, estatura, objetivo del ejercicio y otros antecedentes más específicos como umbrales de latidos del corazón.
Para utilizarlo se puede ocupar un HRM de cualquier marca, sin necesidad de que sea Polar. Una vez que el software genera el programa de entrenamiento hay que seguir la rutina sugerida e ir cargando "manualmente" la información de las actividades que se han efectuado.
Para traspasar la información directamente desde el monitor de ritmo cardíaco al entrenador virtual, hay que instalar el software Polar WebLink, que se descarga desde el sitio de Polar, opción que sólo funciona con algunos modelos de esa marca.
El servicio permite realizar pruebas cada cierto tiempo para saber cómo se ha ido progresando y para cada sesión de entrenamiento entrega consejos de cómo realizar el ejercicio de modo que se cumplan los objetivos programados.
De la marca Polar también existen softwares que vienen con los HRM o con las interfaces para traspasar datos al computador. Estos permiten descargar las sesiones de ejercicios para posteriormente analizarlas junto al preparador físico o compararlas con sesiones anteriores.
La debilidad de los entrenamientos virtuales es que son impersonales. A pesar de ingresar datos y cálculos de estatura o masa corporal, en muchos casos el entrenamiento utilizado no es idóneo para los requerimientos de cada individuo y por lo tanto no es el más efectivo.
Tanto los monitores de ritmo cardíaco como las soluciones de entrenamiento virtual son un aporte para quienes desean iniciarse en el deporte, pero no es recomendable seguirlos al pie de la letra. La persona que visite estas páginas puede buscar y sacar información, como un complemento de un trabajo asesorado por un especialista.
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