08 junio 2005

El ejercicio arma eficaz contra el estrés


Hoy se vive muy de prisa y las personas dedican poco tiempo a actividades que les permitan descansar su cuerpo y su mente, así como alejarse de las preocupaciones de la vida diaria.

Caminar, hacer ejercicio, pasear, leer, realizar alguna actividad que le produzca satisfacción, son ejemplos de cosas que ayudan a sentirse mejor. Si un individuo no dedica tiempo a dichos aspectos, entonces las preocupaciones, ansiedad, angustia, disgusto o cólera se irán acumulando hasta sentir tensión y estrés.

A continuación le ofrecemos una gama de ejercicios que usted puede hacerlos en su hogar:

Postura básica. En posición de pie con los brazos relajados junto al cuerpo y las palmas de las manos mirando atrás para abrir el pecho de manera natural.

La cabeza descansa en el tronco, el pecho en el abdomen, la cadera en las rodillas y todo el peso de la cabeza se descarga por las plantas de los pies.

Del mismo modo descargamos todos los pensamientos, emociones, deseos,...

Los dejamos ir simplemente sonriendo desde el corazón.

1. Inicio del ejercicio. Llevamos las palmas de las manos al frente paralelas al suelo (los dedos de cada mano se apuntan entre si) y levantamos los brazos por delante hasta llevarlos por encima de la cabeza, como si levantáramos el cielo con las palmas. Los ojos siguen a las manos hasta arriba. Mientras realizamos este movimiento inspiramos suavemente por la nariz, sin forzar la respiración.

2. Empujamos el cielo desde los pies. Al llegar las palmas arriba empujamos el cielo desde la planta de los pies y sin tensar los hombros. La cabeza se hecha un poco hacia atrás. Cada vez que empuje las palmas hacia el cielo sienta cómo se le endereza la espalda. En este momento hay una pequeña pausa respiratoria de uno o dos segundos.

3. Bajamos los brazos desde los hombros. Después de empujar el cielo dejamos que los brazos caigan hacia los lados del cuerpo hasta que las palmas de las manos toquen la parte superior de las piernas. Sienta cómo baja el flujo de energía por su cuerpo. Mientras bajamos los brazos expiramos, sacando el aire SUAVEMENTE por la boca. Hacemos una ligera pausa antes de inspirar y comenzamos de nuevo el ejercicio hasta completar una serie de 12 movimientos.

4. Disfrutamos del movimiento espontáneo. Después de haber realizado 12 veces los pasos a, b y c, es decir después de 12 respiraciones , nos quedamos en el sitio sin hacer ningún movimiento consciente para disfrutar el fluir espontáneo del cuerpo que se manifiesta en pequeños movimientos como balanceos, espirales, giros,... Este momento es el más importante de todos para expulsar el estrés. Es necesario que nos relajemos y disfrutemos del no-hacer, de lo contrario, si por ejemplo tensamos las piernas o los brazos, el estrés acumulado no se eliminará. Al principio, si nota rigidez o dificultad para soltarse puede balancear suavemente la pelvis, eso le ayudará a relajarse.

5. Disfrutamos de la quietud. Después de estar de 5 a 10 minutos eliminando tensiones y bloqueos a través de los movimientos espontáneos, concéntrese por debajo del ombligo y disfrute de la quietud física y mental. En ésta posición puede estar unos 5 minutos. Luego, frote sus manos y dese un masaje por los ojos, frente, sienes, nuca y cuello. Para terminar, camine unos pasos con energía.

Observaciones. Empiece haciendo el ejercicio 12 veces, luego disfrute del movimiento espontáneo y termine disfrutando de la calma física y mental.

Poco a poco puede alargar la serie de movimientos hasta 24 veces, mas adelante hasta 36,..., pero recuerde que lo más importante es el punto 4, disfrutar del movimiento espontáneo, para desbloquear su organismo y recuperar su salud y su fuerza vital.

Es muy importante que respire con suavidad. Un error muy común al principio es forzar la respiración y lo que se consigue con esto es aumentar la tensión.

No cierre la boca, manténgala relajada, sonriendo desde el corazón, de éste modo y con la ayuda de la expiración eliminará el estrés mas rápidamente.

Y... practique todos los días.

Investigaciones dan fe al ejercicio. Un reciente estudio halla que reducir el estrés y mejorar la forma física combate tanto la enfermedad cardiaca como la depresión.

En un informe que aparece en la edición del 6 de abril del Journal of the American Medical Association, investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke hicieron un seguimiento a la salud mental y física de 92 hombres y 42 mujeres entre 40 y 84 años con enfermedad cardiaca isquémica e isquemia del miocardio inducida por el ejercicio, es decir, una reducción del flujo sanguíneo al músculo cardiaco.

Los que participaron en el estudio recibieron cuidado médico rutinario, o bien el cuidado usual más ejercicio aeróbico supervisado durante 35 minutos tres veces a la semana durante 16 semanas, o bien el cuidado usual más sesiones semanales de hora y media sobre el control del estrés durante 16 semanas.

Los pacientes en los grupos de ejercicio y control del estrés tuvieron un promedio inferior de depresión y redujeron su incomodidad en comparación con aquellos pacientes que recibieron únicamente el cuidado usual. Los pacientes de ejercicio y control del estrés también presentaron mejoras más favorables en cuando a ciertos factores de riesgo cardiovascular.

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