25 noviembre 2004

Ningún saco vacío se mantiene de pie


Fotografía de Toni Navarro

Para que no todo sea caminar y hacer ejercicio, ahora hablaré un poco sobre comer, bueno mas bien sobre unos consejos para seguir una dieta sana, pautas sobre cómo comprar, manipular, cocinar y conservar alimentos, recomendaciones dietéticas adaptadas a cada etapa de la vida, etc.

Toda esta información la podemos encontrar, en un manual muy práctico, Nutrición para todos, editado por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), que ha recopilado y puesto al día los datos más útiles acerca de cómo cuidar la salud a través de los estilos de vida.

Otros puntos de interés que ofrecen, son las recomendaciones esenciales de una dieta sana. Parece ser que no hay ningún alimento prohibido y hay que regirse por la variedad y mesura.

Lo que sí hay que tener claro es qué productos deben consumirse a diario (lacteos, frutas, verduras, hortalizas, cereales, preferiblemente integrales, y agua), cuales han de alternarse en la semana (carnes magras, aves, frutos secos, pescado, legumbre y huevos) y los que, finalmente, deben tomarse esporádicamente y en cantidades moderadas (embutidos, dulces, “snacks”, carne roja, bollería, mantequilla, margarina y refrescos).

Además, los autores insisten en la necesidad de hacer cinco comidas pequeñas al día (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena), en lugar de las dos o tres que se hacen y que son más consistentes. Subrayan además que es necesario realizar alguna actividad física habitualmente, acorde a nuestra ingesta calórica y a la actividad cotidiana (lo ideal es hacer deporte moderado unos 30 minutos diarios).

Para que todas estas indicaciones se puedan cumplir es necesario que la población tome conciencia de la importancia que hay que concederle a la alimentación (el 50% de las muertes prematuras están relacionadas con algún factor dietético) y que las instituciones faciliten el acceso a un estilo de vida saludable.

Los responsables de la guía hacen un llamamiento para recuperar la cocina tradicional mediterránea y las recetas”de toda la vida”. Los padres deben hacer un esfuerzo por organizar menús adecuados para toda la familia a pesar de estar inmersos en un frenético ritmo de vida social y laboral.

Los más pequeños de la casa deben participar cuanto antes en las tareas de compra y elaboración de los alimentos 8siempre que éstas no sean un peligro para su seguridad).

Los niños han de comer en compañía de los adultos, sin prisa y echando a un lado la televisión, eso ayuda a sentar unas buenas bases nutricionales óptimas para el futuro.

En breve la guía estará a la venta, mientras tanto, los interesados pueden acceder a ella a través de internet: