Según los especialistas en salud, caminar 20 minutos o bailar la Macarena durante media hora cada día resulta más positivo que realizar vigorosos ejercicios atléticos. Su salud se lo agradecerá.
Para mantener un peso constante durante un periodo determinado, "la energía que se consume debe igualar a la energía absorbida". Dicho de otro modo, el aumento de la obesidad (y de sus consecuentes riesgos para la salud) proviene de un régimen alimentario desequilibrado y/o de una falta de ejercicio. En este sentido, se confirma que el régimen alimentario europeo, tiende a la sobrealimentación, esta situación se agraba si se lleva una vida sedentaria. Para arreglar este riesgo, o disminuimos la cantidad de alimentos que consuminos, o ejercercemos algún tipo de actividad física.
La mayoría de la gente se aterroriza ante la idea de hacer ejercicio, puesto que su subconsciente asocia el esfuerzo con el dolor. Pero ésta no sólo es una costumbre que se debe adquirir, sobre todo, se tiene que conservar. Dick Cavill, del Health Education Authority de Londres, constata que los resultados del "Active for Life" (Vida activa), un programa pensado para adultos con una duración de tres años, son muy prometedores. "Ha sido necesario movilizar primero y luego incitar a una actividad cotidiana moderada, como bailar o andar, que resultan menos terroríficas que la palabra "deporte". El secreto está en mantener una actividad física moderada pero constante, y no en hacer deporte y luego abandonarlo".
¿Qué entendemos por actividad física? La actividad física se puede definir como la energía total que se consume por el movimiento. Esta definición no se limita al deporte solamente. De hecho, muchos estudios indican que no es necesario realizar esfuerzos extraordinarios para mejorar la salud. Por esta razón, los especialistas en promoción de la salud proponen el ejercicio de una actividad física moderada como por ejemplo caminar a paso ligero, algo que está alcance de cualquiera.
Los gobiernos de los países europeos han tomado conciencia de la relación directa entre la inactividad física y una mala salud. Este dato les ha llevado a trazar diversos programas de actividades físicas. Mientras que la evolución de los hábitos alimentarios de los europeos es mínima, cabe destacar que, por el contrario, su actitud en cuanto al ejercicio físico ha cambiado después de una década. Hay muy poca gente que ejerza en su lugar de trabajo las actividades físicas necesarias para mantenerse en buena forma. La enorme tendencia a la sedentarización de las tareas ha comportado que la obesidad gane terreno en Europa. Los sondeos a escala nacional demuestran que sólo entre un 20% y un 30% de la población realiza las actividades físicas suficientes como para gozar de una buena salud.
Ventajas del ejercicio físico. El incremento de las actividades físicas tiene sus compensaciones. Algunas ventajas son la mejora de la salud física y mental, así como la disminución de los riesgos de obesidad y de sus enfermedades asociadas. Gobiernos, autoridades sanitarias, colegios, empresas y sector industrial: todos deben desempeñar su función para incentivar una vida más sana y activa. En los Países Bajos, Bart Coumans, director del proyecto del Comité Nacional Olímpico holandés, colabora con "Netherland on the Move" (Holanda se mueve), un programa de fomento de la actividad física en Holanda que dura siete años. Según Coumans, "Cuanto más activa es la la población, mejor es su salud, sin que la actividad física resulte extenuante".
Cada segmento de edad puede sacar provecho de más actividades físicas. Los jóvenes pueden y deben encontrar en ello un estilo de vida sano. Los adultos pueden evitar ciertos problemas graves relacionados con el estilo de vida. Y la tercera edad tiene mejores perspectivas en términos de movilidad, fuerza, coordinación, y vida social. La práctica cotidiana de caminar a paso ligero y constante parece ser una actividad razonable, al alcance de la mayoría de gente.