La preocupación se presenta es a partir de los primeros días del mes de enero, cuando nos damos cuenta, que el peso no miente y aunque preferimos no utilizarlo por temor a enfrentar la realidad sobre los kilos que ganamos, los rollos saltan a la vista y al intentar ponernos esos jeans que antes nos quedaban perfectos, nos damos cuenta de que sencillamente ya no nos quedan.
Aunque algunos suelen desesperarse, la primera recomendación es que lo hecho, hecho está; así lo indicó Williams José Sánchez, quien es docente y aseguró que los primeros pasos de su dieta los cumplirá dejando a un lado los carbohidratos, así como las bebidas gaseosas y grasas.
Pasos para una meta
Según fuentes consultadas, algunas recomendaciones para garantizar regresar a nuestro antiguo peso, comienzan con la básica necesidad de hacer ejercicios. No es extraño ver los gimnasios llenos luego de Navidad y tampoco es extraño que aunque algunos se proponen comenzar el año con el saludable propósito de ejercitar su cuerpo, el entusiasmo les dura poco. También son muchos los que optan por una dieta en Navidad, preparada específicamente para este período de tiempo, que combine los días de gran ingesta de alimentos con los de dieta estricta para cuidar nuestra salud y mejorar de los excesos navideños.
Si no puedes asistir a un gimnasio, lo más recomendable es ejercitarte en casa o practicar un deporte, regularmente durante la semana, sin olvidar que otras recomendaciones como el hecho de que degustar una fruta media hora antes de comer, te ayudará a sentir menos hambre a la hora de las comidas reglamentarias.
Es indispensable que quien desee bajar de peso tome mucha agua antes de comer y durante la comida en vista que tal acción ayudará a llenar rápidamente el estómago y a sentirnos saciados sin mayores complicaciones.
Pan, salsas, carbohidratos y productos grasos deben ser eliminados de la ingesta de comida y además hay que tener presente que comer raciones pequeñas es lo mejor, pues el objetivo es comer menos y darle menos calorías al organismo.
El objetivo no es dejar de comer, sino tratar de consumir comida sana y ligera como ensaladas, pollo y pescado a la plancha, los cuales deben ser masticados despacio, pues aunque parezca increíble, masticar lentamente es un excelente hábito que garantiza disfrutar muy bien de todos los sabores. Caminar un rato después de la comida también es importante, pues nos facilitará hacer la digestión.
Caminar, es el más antiguo de los ejercicios, que tiene enormes beneficios para la salud. Lo aquí expuesto es para las personas sanas que quieren seguir siéndolo y que no saben cómo cuidarse o que no pueden, no quieren o no lo intentan. El objetivo: apoyar a los que se cuidan, animar a los que no lo hacen y dar consejos útiles a ambos. Simplemente mediante el ejercicio de caminar. Ya sabes: "Caminante no hay camino... se hace camino al andar". ¿A qué esperas?
19 enero 2011
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