Lo dice el Informe sobre Desarrollo Humano 2006 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que lleva por título '"Más allá de la escasez: poder, pobreza y la crisis mundial del agua".
El informe enfatiza que ninguna guerra genera tanta "devastación económica" como la crisis mundial del agua y el saneamiento y rechaza que tenga relación directa con "situaciones de escasez absoluta del suministro físico". A su juicio, deriva fundamentalmente de las relaciones desiguales de poder y de las políticas fallidas de gestión del preciado líquido, que agravan la escasez.
Las cifras son estremecedoras
Un total de 1.100 millones de habitantes de países en desarrollo carecen de un adecuado acceso al agua y 2.600 millones no disponen de un saneamiento adecuado.
Pero lo más cruel es que cada año mueren 1,8 millones de niños como consecuencia directa de la diarrea causada por el agua sucia y el saneamiento insuficiente.
Pese a estos datos, el informe se muestra optimista. "Contamos con la financiación, la tecnología y las capacidades para hacer que la crisis del agua y el saneamiento pase a formar parte de la historia. Lo que ha venido faltando es un esfuerzo concertado a través de planes nacionales bien diseñados y adecuadamente financiados, respaldados por un plan de acción mundial".
Mínimo 20 litros
A falta de nueve años para alcanzar 2015 –año fijado para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio–, el agua limpia y el saneamiento son claves para salvar incontables vidas infantiles, impulsar el progreso en educación y evitar enfermedades. Pero aún consiguiendo alcanzar los Objetivos, quedarán más de 800 millones de personas sin agua y 1.800 millones sin servicios de saneamiento en 2015.
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