Una encuesta australiana realizada por Internet para estudiar la capacidad de memoria de los internautas ha puesto de relieve que determinados hábitos pueden ayudarnos a activar nuestros recuerdos y a tener una memoria más ágil.
A través de la página web en la que se ha realizado el experimento, se han podido conocer los hábitos cotidianos de casi 30.000 personas, y la relación entre sus costumbres y su capacidad memorística.
Los expertos han señalado que una buena salud y una buena salud mental resultan esenciales para tener una mente despierta. Asimismo, existen factores que debilitan nuestra capacidad de recordar, el más destacado de ellos es el mal uso o el uso excesivo de la televisión. La encuesta ha sido dirigida por la revista australiana ABC Science.
Los hábitos parecen tener una gran importancia en nuestra capacidad de memoria. Como parte del llamado National Memory Test, se preguntó a los participantes cinco cuestiones acerca de sus costumbres, como ver la televisión, consumir alcohol o leer libros.
Actitudes que favorecen la memoria
Se descubrió que ver la televisión, por ejemplo, afecta directamente a la memoria. La gente que afirmaba verla menos de una hora al día alcanzaba una mejor puntuación en los tests. Otro factor importante, y que sorprendió a los encuestadores, es el de la lectura de libros de ciencia ficción: a aquellos que les gusta este tipo de literatura puntuaban más alto en las pruebas.
Por otro lado, la encuesta reveló que las personas que controlaban lo que bebían y consumían menos de dos bebidas alcohólicas cada día tenían mejor memoria. Por el contrario, aquellos que bebían más cantidad diaria puntuaban mucho más bajo que la media. Los bebedores empedernidos demostraron ser especialmente incapaces de recordar nombres.
Jugar al trivial u otros juegos de mesa que sirven para hacer trabajar a la memoria ayuda a ésta a estar activa, por lo que los expertos los recomiendan. Otros factores que favorecen la memoria son: comer pescado, beber té o café, no fumar marihuana (aquéllos que afirmaban haberla fumado en los últimos cinco años dieron peor puntuación en el test de memoria operativa) o ver concursos televisivos de pruebas intelectuales.
Análisis de resultados
Los australianos demostraron que recordaban muy bien las caras, que tenían una memoria operativa (por ejemplo, para recordar la lista de la compra) bastante buena, que son capaces de recordar bien los nombres y las profesiones de la gente, que tenían una memoria a largo plazo de casi sobresaliente, y que aprobaban en la prueba de la memoria visual.
Los resultados aparecen publicados en la misma página web en porcentajes, en la que además se puede realizar la misma prueba y comparar los resultados individuales con los del resto de los participantes.
Dichos resultados revelaron que, tal y como reza el texto que los presenta, los hombres no deberían quejarse más de la mala memoria que supuestamente tienen las mujeres ni las mujeres decir que los hombres se olvidan de las cosas importantes. Al parecer, el National Memory Test ha puesto de relieve que ambos géneros obtuvieron exactamente la misma puntuación en cada una de las pruebas.
Tampoco la edad de los participantes implicó ninguna diferencia. Al parecer, los mayores lo hacían tan bien como los jóvenes. Los expertos señalan que existe la posibilidad de que aquellas personas mayores que realizaron el test no tengan mala memoria, y se hayan acercado a la página por el interés que este tema despierta en ellas, lo que significa que el resultado pudiera no ser objetivo.
No es estadístico
El National Memory Test pretende que los usuarios se hagan una idea de su capacidad de memoria, pero los encuestadores señalan que no tiene valor estadístico ni es una investigación científica rigurosa.
La naturaleza no controlable del medio en el que ha sido realizado –Internet- hace que resulte fácil que la gente mienta sobre sus hábitos, por ejemplo. Sin embargo, parece evidente que siempre es más recomendable, si se quiere seguir mentalmente ágil, no beber mucho y leer todo lo que se pueda.
En cuanto a la televisión, la neuropsicóloga de la escuela de psicología de la universidad norteamericana de Queensland, Nancy Pachana declaró para la agencia de prensa Reuters, que la televisión supone una actividad realmente pasiva, por lo que cuanto menos tiempo se vea, mejor para nuestra memoria.
Asimismo, añadió que ciertos problemas de salud como la depresión, la obesidad, el insomnio o el estrés también pueden hacernos perder parte de nuestra capacidad memorística.
A través de la página web en la que se ha realizado el experimento, se han podido conocer los hábitos cotidianos de casi 30.000 personas, y la relación entre sus costumbres y su capacidad memorística.
Los expertos han señalado que una buena salud y una buena salud mental resultan esenciales para tener una mente despierta. Asimismo, existen factores que debilitan nuestra capacidad de recordar, el más destacado de ellos es el mal uso o el uso excesivo de la televisión. La encuesta ha sido dirigida por la revista australiana ABC Science.
Los hábitos parecen tener una gran importancia en nuestra capacidad de memoria. Como parte del llamado National Memory Test, se preguntó a los participantes cinco cuestiones acerca de sus costumbres, como ver la televisión, consumir alcohol o leer libros.
Actitudes que favorecen la memoria
Se descubrió que ver la televisión, por ejemplo, afecta directamente a la memoria. La gente que afirmaba verla menos de una hora al día alcanzaba una mejor puntuación en los tests. Otro factor importante, y que sorprendió a los encuestadores, es el de la lectura de libros de ciencia ficción: a aquellos que les gusta este tipo de literatura puntuaban más alto en las pruebas.
Por otro lado, la encuesta reveló que las personas que controlaban lo que bebían y consumían menos de dos bebidas alcohólicas cada día tenían mejor memoria. Por el contrario, aquellos que bebían más cantidad diaria puntuaban mucho más bajo que la media. Los bebedores empedernidos demostraron ser especialmente incapaces de recordar nombres.
Jugar al trivial u otros juegos de mesa que sirven para hacer trabajar a la memoria ayuda a ésta a estar activa, por lo que los expertos los recomiendan. Otros factores que favorecen la memoria son: comer pescado, beber té o café, no fumar marihuana (aquéllos que afirmaban haberla fumado en los últimos cinco años dieron peor puntuación en el test de memoria operativa) o ver concursos televisivos de pruebas intelectuales.
Análisis de resultados
Los australianos demostraron que recordaban muy bien las caras, que tenían una memoria operativa (por ejemplo, para recordar la lista de la compra) bastante buena, que son capaces de recordar bien los nombres y las profesiones de la gente, que tenían una memoria a largo plazo de casi sobresaliente, y que aprobaban en la prueba de la memoria visual.
Los resultados aparecen publicados en la misma página web en porcentajes, en la que además se puede realizar la misma prueba y comparar los resultados individuales con los del resto de los participantes.
Dichos resultados revelaron que, tal y como reza el texto que los presenta, los hombres no deberían quejarse más de la mala memoria que supuestamente tienen las mujeres ni las mujeres decir que los hombres se olvidan de las cosas importantes. Al parecer, el National Memory Test ha puesto de relieve que ambos géneros obtuvieron exactamente la misma puntuación en cada una de las pruebas.
Tampoco la edad de los participantes implicó ninguna diferencia. Al parecer, los mayores lo hacían tan bien como los jóvenes. Los expertos señalan que existe la posibilidad de que aquellas personas mayores que realizaron el test no tengan mala memoria, y se hayan acercado a la página por el interés que este tema despierta en ellas, lo que significa que el resultado pudiera no ser objetivo.
No es estadístico
El National Memory Test pretende que los usuarios se hagan una idea de su capacidad de memoria, pero los encuestadores señalan que no tiene valor estadístico ni es una investigación científica rigurosa.
La naturaleza no controlable del medio en el que ha sido realizado –Internet- hace que resulte fácil que la gente mienta sobre sus hábitos, por ejemplo. Sin embargo, parece evidente que siempre es más recomendable, si se quiere seguir mentalmente ágil, no beber mucho y leer todo lo que se pueda.
En cuanto a la televisión, la neuropsicóloga de la escuela de psicología de la universidad norteamericana de Queensland, Nancy Pachana declaró para la agencia de prensa Reuters, que la televisión supone una actividad realmente pasiva, por lo que cuanto menos tiempo se vea, mejor para nuestra memoria.
Asimismo, añadió que ciertos problemas de salud como la depresión, la obesidad, el insomnio o el estrés también pueden hacernos perder parte de nuestra capacidad memorística.
Fuente: tendencias21.net - 30 Agosto 2006
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