22 septiembre 2006

Caminando al cole

Otra vez se celebra el Día Internacional de Caminar a la Escuela, un programa que promueve la seguridad y la actividad física y busca reducir la contaminación

Dejar de usar el auto para llevar a los hijos caminando a la escuela es una acción que puede servir para que los estudiantes adopten la costumbre de caminar y ejercitarse. Y los padres tienen que poner el ejemplo.

Al menos ésa es la intención y motivo de dicha celebración que unirá el próximo 4 de octubre a miles de escuelas de todo el mundo para celebrar el Día Internacional de Caminar a la Escuela.

El principal objetivo de este esfuerzo es que los estudiantes sean menos sedentarios y se ejerciten, medidas necesarias y urgentes que sirven para acabar con la epidemia de obesidad infantil. Es una manera magnífica de mantenerse activo, aunque es una actividad sencilla.

El año anterior más de tres millones de personas de 38 países caminaron para ir a la escuela como parte de este programa que promueve la salud, la seguridad, la actividad física y además contribuye a disminuir la contaminación del medio ambiente.

El deseo no es que se implemente este programa sólo un día, sino que se convierta en una acción rutinaria, de ese modo queremos que los padres y sus hijos experimenten el viaje a la escuela caminando —si la escuela no está muy lejos— y que diseñen rutas seguras para ir a la escuela y regresar a casa.

La obesidad se ha convertido en una epidemia que ataca cada vez más a los menores de edad, la cantidad de niños con sobrepeso se ha duplicado en las últimas dos décadas.

Actualmente, más de un tercio de los menores entre 9 y 11 años de edad y una quinta parte de los estudiantes de secundaria son obesos o corren el riesgo de serlo. Es que los niños de ahora consumen más grasa y azúcar, y además pasan más tiempo viendo televisión o sentados frente al ordenador y no están activos físicamente.

Según las autoridades de salud, estos malos hábitos pueden traer serias consecuencias para las generaciones futuras, debido a que los problemas de sobrepeso que se desarrollan durante la niñez pueden provocar enfermedades tales como cáncer, problemas del corazón y, la más común, diabetes del tipo 2.

Aunque la educación es para los niños, también se debe educar a los padres en lo que se refiere a hábitos alimenticios. Así influir para que los desayunos sean más saludables. Es necesario recomendar a los padres para que motiven a sus hijos a hacer ejercicio y a consumir productos saludables, sobre todo a comer frutas y vegetales.

Fuente: laopinion.com - 22/sept/2006

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