La Educación Física es un eficaz instrumento de la pedagogía, por cuanto ayuda a desarrollar las cualidades básicas del hombre como unidad bio-social.
Contribuye al accionar educativo con sus fundamentos científicos y sus vínculos interdisciplinarios apoyándose en la filosofía, la psicología, la biología, etc.
Promueve y facilita a los individuos alcanzar a comprender su propio cuerpo y sus posibilidades a través de actividades corporales, recreativas y deportistas. Cuando realizamos una rutina de ejercicios, no sólo estamos actuando sobre nuestro cuerpo, sino que eso repercute en el conjunto de nuestro ser, ya sea a nivel químico, energético, emocional, intelectual, etc.
Estos beneficios son actualmente reconocidos y avalados por las investigaciones realizadas en medicina deportiva.
La realización regular y sistemática de una actividad física ha demostrado ser una práctica sumamente beneficiosa en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud, así como un medio para forjar el carácter, la disciplina, la toma de decisiones y el cumplimiento de las reglas beneficiando el desenvolvimiento en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
La práctica deportiva no se limita solamente a los atletas de elite, gente joven, etc.
Hoy en día, mucha gente está descubriendo las ventajas de la ejercitación física regular como caminatas, natación, andar en bicicleta, etc. Esta clase de actividades suelen llamarse aeróbicas, dado que el cuerpo utiliza el oxígeno para producir la energía necesaria para mejorar el estado del corazón, los pulmones, las articulaciones y músculos.
Para sentirse y verse mejor, es realmente importante seguir una secuencia de actividades con intensidad, frecuencia y duración correctas. Las mismas deben ser programadas y controladas por profesores de educación física.
El ejercicio físico que se realiza en los gimnasios, al aire libre o la práctica de un deporte, conlleva a un cambio en el estilo de vida, ayuda a sobrellevar la ansiedad de encontrar nuevos amigos, quema calorías que ayudan a perder peso, ayuda a controlar el apetito y abandonar hábitos negativos como el cigarrillo, alcohol, etc.
Como conclusión, la actividad física debe ser tomada como una práctica sin distinción de edad, sexo, condición social, por un sinfín de beneficios que provoca en la salud orgánica, emocional y psíquica, ya que ofrece herramientas que le permiten al individuo afrontar la vida en sociedad con una actitud diferente y positiva, con un mayor bienestar general, alivio emocional y descarga de toda tensión o estrés cuyo resultado es la obtención de vitalidad, fuerza y energía fundamentales para cumplir su deber en el grupo social al que pertenece.
Fuente: laopinion-rafaela.com.ar/opinion - (11/jun/2006)
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