23 octubre 2005

Caminar correctamente puede cambiarle la vida

Los ejercicios tradicionales chinos ofrecen diferentes tipos de caminatas, que se adaptan en particular a cada persona. El objetivo será obtener una marcha más segura para mejorar su autoestima.

Es común en las personas mayores comenzar a tener inconvenientes durante la marcha. A medida que avanzan en edad, adquieren una forma de caminar totalmente inadecuada.

Algunas de estas dificultades son:

  • Perder el ancho en la caminata, muchas veces incluso cruzando los pies.
  • Apoyar al dar el paso, primero con la punta del pie en lugar del talón.
  • Es común dejar de balancear los brazos o caminar adelantando a un tiempo el brazo y la pierna del mismo lado.
  • Arrastrar los pies.
  • Perder la flexibilidad de las rodillas en especial.
  • La mirada está dirigida al piso en lugar de mirar al frente.

Algunas de estas dificultades o la suma de ellas genera sus primeros desequilibrios. Este desequilibrio físico provoca con el tiempo una falta de confianza en sí mismo que hace que se recluya en su casa, limite sus salidas, dependa de otros para cualquier actividad.

Caminatas

Para volver a tener una marcha adecuada, es conveniente seguir la siguiente metodología: comenzar con ejercicios de Chi Kung básicamente en el lugar, realizados con una respiración totalmente natural. El fin será recuperar el ancho de los pies, obtener mejor postura corporal, mayor flexibilidad y mantener la mirada al frente.

A partir de esta modificación se comienza con distintos tipos de caminata con un objetivo principal: obtener mayor equilibrio en la marcha para que la persona se sienta segura desde el punto de vista físico, mental y emocional.

El arrastre de los pies (si lo hubiera) será el primer detalle a tratar. Al no levantar los pies del piso para caminar, se corre el riesgo de tropezar y que se produzca una caída. Una manera fácil de corregir este inconveniente —luego de haber flexibilizado las rodillas a través de los ejercicios en el lugar—, es no permitir que se escuche el sonido de los pies. Este sonido perturba a los oídos, generando una reacción del cuerpo que impide caminar con tranquilidad mental y emocional.

Una vez que se ha logrado no arrastrar los pies, recién entonces se comenzará a practicar las diferentes caminatas, primeramente la de I Chuan Tao —técnica que incluye movimientos muy suaves acompañados de determinados pensamientos— para con posterioridad, introducirnos en las caminatas que ofrece el Tai Chi Chuan un poco más complejas.

A medida que avanzan en la práctica, con tiempo y dedicación lograran: un mayor equilibrio, buena circulación, flexibilidad y dinamismo y bajará el riesgo de hipertensión y fracturas.

Por eso es que, tan solo caminar correctamente puede cambiarle la vida al adulto mayor.

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