Los beneficios de pasear

Hay estudios que demuestran que un tercio de los trayectos que hacemos a diario, y en el que utilizamos el coche, son de poco más de un kilómetro. Y es que es sencillo, inmersos en la vorágine del mundo actual, que nos olvidemos de caminar haciendo un uso excesivo del automóvil. Por desgracia, también nos olvidamos de los beneficios tanto físicos como psíquicos que conlleva el caminar, pues andar reduce estrés, aumenta el suministro de oxígeno al cerebro y contribuye a retardar la pérdida de minerales por parte de nuestro cuerpo.

Sumidos en el período estival, sería una sana costumbre dar un paseo a diario. Se recomienda, para la mejora de la salud, comenzar a realizar recorridos cortos, de poco más de un kilómetro, para, paulatinamente, ir aumentando la distancia y el tiempo del paseo, llegando a una hora u hora y media, cada uno según sus facultades y condiciones. No es necesario agotarse, los recorridos deben ir adaptándose a la capacidad y resistencia de cada persona.

Respecto al mejor lugar para practicarlo, sería deseable andar por espacios abiertos y en contacto con la naturaleza. El ejercicio es bueno pues ayuda al organismo a liberar endorfinas, las hormonas de la felicidad que hacen que fortalezcamos nuestro sistema inmunológico brindando un aumento importante en las defensas del cuerpo ¿Cómo producirlas? Se generan endorfinas cada vez que uno está contento, cuando realiza actividades que son placenteras, buscando la satisfacción en las pequeñas cosas, cuando uno está enamorado, etc.

Habituarse a caminar, o a practicar cualquier otro ejercicio aeróbico, es un buen componente para llevar un estilo de vida saludable: bueno para el corazón porque mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular; bueno para los músculos porque los endurece y tonifica y, por último, ayuda a quemar calorías, lo que equivale a pérdida de peso.

Otra de las ventajas es que se puede hacer a cualquier hora del día, solo o acompañado. El paseo es una actividad sencilla, barata y al alcance de todos. Tan solo necesitamos un calzado cómodo, una ropa apropiada y un poco de motivación. Jamás algo tan económico fue tan rentable para la salud física y mental.