Una reciente investigación ha develado que una caminata a paso rápido puede aumentar la fuerza que se ejerce sobre la rodilla, lo que podría llevar a una serie de problemas, como lesiones articulares y artrosis.
Si usted está obeso, no necesita realizar grandes esfuerzos físicos para cuidar de su salud. Un paseo pausado es más recomendable que uno a paso normal para perder peso, y prevenir la artrosis y los posibles daños en sus articulaciones.
Así lo han constatado Ray Browning y su equipo, procedentes del departamento de fisiología de la Universidad de Colorado en Boulder (EEUU), tras estudiar a 20 personas con un meso normal y a una veintena de individuos obesos mientras caminaban determinadas distancias a diferentes ritmos.
Las personas obesas que caminaban a unos 3 km por hora en lugar de 5 km, reducían un 25% la carga ejercida sobre sus articulaciones. Asimismo, los individuos que caminaban menos de 2 km a un paso lento, quemaban más calorías que si caminaban esa misma distancia a su ritmo habitual. Se recomienda habitualmente, para las personas normales realizar un paseo vigoroso de media hora cinco veces por semana. Sin embargo, la nueva investigación desvela que una caminata a paso rápido puede aumentar las fuerzas que se ejercen sobre la rodilla, lo que podría llevar a una serie de problemas, como lesiones articulares y artrosis.
Recomendaciones. La conclusión es que caminando más lentamente, las personas obesas pueden quemar mas calorías por kilómetro y reducir el riesgo de artrosis o lesionarse las articulaciones. Además se trata de una actividad fácil de integrar en las rutinas diarias, es importante hacer algunas cosas sencillas, como usar las escaleras en lugar del ascensor, aparcar un poco más lejos de tu destino o bajarse del autobús una parada antes y caminar. En lugar de intentar caminar aprisa, los individuos obesos pueden obtener beneficios biomecánicos y calóricos sencillamene caminando a un ritmo lento. Como este ejercicio no mejoraría la salud cardiovascular, por lo que es aconsejable realizar otras actividades vigorosas pero que impliquen poca carga articular, como nadar, ciclismo, etc. El investigador presentaba recientemente estos hallazgos durante la reuninión anual del Colegio Americano de Medicina del Deporte, celebrado el mes pasado en Nashville (EEUU).
Cómo camina el obeso. Las personas obesas queman las mismas calorías por kilo que los individuos con un peso normal. Dado que tienen piernas más pesadas y deben adoptar una postura más abierta y un mayor arco de sus piernas al caminar, era de esperar que consumiesen más calorías al caminar. Sin darse cuenta al alterar su postura y caminar con las piernas más rectas, ahorran calorías en este proceso. Broning y su equipo planean seguir estudiando el modo de caminar de las personas obesas. Para ello, disponen de un tapiz rodante que puede medir por separado las cargas que se ejercen sobre el pie derecho y el izquierdo. La cinta les ayudará a medir cómo las fuerzas biomecánicas aumentan con el peso corporal y la velocidad.
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