17 enero 2005

Los españoles no llegamos ni al mínino


Los españoles toman como máximo una pieza de fruta y una ración de verduras al día, frente a las cuatro raciones diarias recomendadas por los nutricionistas, según afirmó la catedrática de Nutrición, Ana María Requejo, en la presentación de la campaña “Sumasalud: Vida Activa + Alimentación Saludable”.

La catedrática señaló que “los españoles desconocen la dieta mediterránea y sólo alcanzamos el nivel saludable de consumo en el aceite, mientras que en frutas, verduras y legumbres y cereales no llegamos ni a la mitad de lo recomendado, puesto que los españoles toman al día una pieza de fruta o ninguna”.

Manifestó que la campaña iniciada ahora intenta desmitificar los falsos tópicos de que “hay alimentos buenos y malos, o con calorías negativas” y señaló que “no hay que convertir estos hábitos en sacrificio, sino adaptarlos a los gustos culinarios personales”.

Respecto a la falta de ejercicio físico, Requejo señaló que “es una gran responsable de la obesidad en adultos y niños, y suele olvidarse y culpar siempre a los alimentos”, y recomendó “una actividad física pausada, como caminar”.

La profesora insistió en que la combinación de una alimentación equilibrada y ejercicio influye positivamente en la salud psíquica de las personas, ya que “las vitaminas son coenzimas que intervienen en los neurotransmisores del cerebro, que son los que actúan en casos como la depresión u otras enfermedades nerviosas”.

Su consejo para todos aquellos que vayan a dedicarse a hacer deporte durante las próximas fechas, recomiendan comer gran variedad de alimentos, incluyendo frutas y hortalizas frescas, verduras, derivados de cereales, lácteos, carnes, pescados, huevos y legumbres; evitar la ingesta de grasas saturadas, colesterol, exceso de azúcar y sal. Repartir la ingesta calórica en 4 comidas al día (o más): desayuno (25%), comida (30%), merienda (15%) y cena (30%), e hidratarse correctamente.

Se destacó incluso la necesidad de realizar cinco comidas "ligeras" al día (desayuno, tentempié a media mañana, comida, merienda y cena), y advirtió de la costumbre de "saltarse" alguna, como la cena, ya que, contrariamente a lo que suele creerse, esto provoca un mayor riesgo de obesidad, puesto que propicia que se deposite más grasa en los tejidos.

El hecho de apuntarse a un gimnasio o hacer deporte de forma moderada debe acompañarse de ciertos cambios en la alimentación que permitan recuperar las energías extras que se han perdido con el ejercicio físico. "Aquí es donde entran en juego las frutas y verduras, ya que estos alimentos permiten reponer el agua, las vitaminas y los minerales perdidos durante el ejercicio, aportando muy pocas calorías".

Se hace hincapié en la necesidad de incluir la dieta mediterránea entre los hábitos de alimentación. No deben faltar en las comidas la pasta, el arroz, las frutas y verduras, las legumbres, el aceite de oliva, el pescado, menos cantidad de carne, pan integral, algunas especias como el ajo y pequeñas cantidades de vino. "De esta forma obtenemos los nutrientes necesarios, mantenemos un peso adecuado e impedimos la aparición de enfermedades relacionadas con la nutrición".

En cualquier caso, la profesora Requejo insistió en que esta dieta equilibrada debe ir acompañada por la práctica de un ejercicio físico "pausado pero constante", y negó que haya alimentos "buenos y malos", sino que "todos son buenos", dependiendo de la cantidad y del momento de su ingesta que sus efectos sean en un sentido o en otro.

Sobre la conveniencia o no de consumir vino durante las comidas, la catedrática señaló que no está mal tomar un vaso. Tampoco puso inconvenientes a la costumbre de beber abundante agua. Al respecto dijo que es aconsejable beber unos 2 litros diarios de líquido.

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