17 enero 2005

Asocian el ejercicio físico prolongado en varones a un menor deterioro cognitivo


La actividad física prolongada e intensa puede ayudar a mantener las capacidades cognitivas a medida que se envejece, según ha demostrado un estudio llevado a cabo durante un periodo de diez años en personas mayores, y que se publica en Neurology.

Los autores han revisado las historias de 295 hombres, nacidos entre 1900 y 1920, en Finlandia, Italia y Holanda. Su objetivo era medir la duración e intensidad de las actividades físicas que realizaban los participantes, tales como caminar, montar en bicicleta u otros deportes. Para evaluar la función cognitiva utilizaron el test Mini Mental.

Resultados a 10 años. Tras diez años de seguimiento, los investigadores han observado que el deterioro cognitivo era 2,6 veces superior en aquellos que habían reducido su actividad física, en comparación con los que seguían manteniéndose en forma con ejercicio.

Además, los que desarrollaban su actividad física diaria con una menor intensidad, diez años más tarde sufrían un deterioro 3,6 veces superior al de los hombres que mantenían la actividad con la misma intensidad. No se observó ningún deterioro en los sujetos que aumentaron la duración o la intensidad de sus ejercicios. Las actividades de intensidad media o baja, como andar una media de 4 km al día, se asociaron con un menor deterioro cognitivo que aquéllas de una menor intensidad.

Según Boukje M. van Gelder, del Instituto Holandés de Salud Pública y autor principal del trabajo, "los resultados sugieren que mantenerse físicamente activo durante la vejez también conserva el cerebro en forma".

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