Caminar es uno de los ejercicios más recomendados por médicos y especialistas, pero si aún no estás convencido, Nosotros te damos algunas razones por las que caminar resulta tan saludable.
Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa
de mortalidad en los países industrializados. En España, una de cada
tres defunciones ocurridas en el año 2004 fue debida a estas
enfermedades.
La cirugía y farmacología para tratar estas enfermedades ha avanzado
mucho en los últimos tiempos. Hay pastillas para controlar la tensión
arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre. Pero cuesta cambiar
nuestro estilo de vida, la forma actual de mal alimentarnos y pasar de
ser unos sedentarios absolutos a hacer algo de ejercicio.
Existen muchos estudios que demuestran que la actividad física reduce
la probabilidad de que tengamos un infarto agudo de miocardio. Las
personas sedentarias tienen casi el doble de riesgo de morir por un
infarto de miocardio que las personas que realizan una actividad física
de manera regular. Y también se sabe que incluso las personas que han
tenido un ataque al corazón, la práctica de actividad física reduce la
mortalidad.
¿Qué tipo de ejercicio es más conveniente?
Hay consenso en que el ejercicio deber ser suave, constante y regular.
Un ejercicio que suponga un esfuerzo grande y que lleve al corazón a
dispararse no es nada aconsejable. Andar 30 minutos al día es la mejor
opción, una terapia que no es sólo buena para el corazón. Lo es también
para los hipertensos y diabéticos y para todos aquellas personas que
quieran mantener su peso y cuidar su flexibilidad y agilidad. El caminar
es una puesta a punto para nuestra estructura ósea, al favorecer el
movimiento de las articulaciones. La espalda y su columna vertebral
también se lo agradecerán.
A nivel del sistema cardiovascular, la actividad física aumenta la
fuerza y la capacidad de bombear sangre de nuestro corazón. Además las
arterias tienen una mayor capacidad de dilatarse. Todo ello aumenta la
cantidad de sangre que puede llegar a los músculos y otras zonas de
nuestro cuerpo.
La actividad física también disminuye el riesgo de ser hipertenso y en
paciente con hipertensión arterial reduce los valores de la presión
arterial. También previene la aparición de diabetes, sobre todo en
obesos o con antecedentes familiares de diabetes y es un elemento
importante en el tratamiento de los pacientes diabéticos al mejorar la
respuesta a la insulina, hormona que controla el metabolismo y el nivel
de azúcar en sangre. Asimismo la actividad física produce efectos
favorables sobre el colesterol.
Caminar 30 minutos diarios viene a suponer un gasto de unas 1000
calorías a la semana. No es necesario andar 30 minutos seguidos, a no
ser que queramos perder peso. Entonces tendremos que aumentar a 40-45
minutos y hacerlo de una sóla vez, ya que la grasa depositada se empieza
a quemar a partir de los 20-25 minutos después de haber iniciado una
actividad.
Nunca es tarde para empezar. Las personas que son sedentarias y
empiezan a hacer actividad física de forma regular rápidamente obtienen
beneficios similares que aquellas que siempre han sido activas.
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