El sedentarismo es la carencia de actividad física que, por lo general, pone al organismo humano en situación vulnerable ante enfermedades, especialmente cardiacas. El sedentarismo físico se presenta con mayor frecuencia en la vida moderna urbana, en sociedades altamente tecnificadas en donde todo está pensado para evitar grandes esfuerzos físicos. Asimismo, como consecuencia del sedentarismo físico aparece la obesidad, que es un problema preocupante.
Generalmente se dice que una persona es sedentaria cuando, en vez de subir por las escaleras, utiliza el ascensor, o para ir al supermercado prefiere ir en cuatro ruedas y no caminando.
Sin embargo todo movimiento que se efectúa con regularidad es beneficioso para el cuerpo. Está comprobado que la práctica de unos 30 minutos de ejercicios físicos (por lo menos cinco veces a la semana), es lo indicado para prevenir enfermedades. Es lo mínimo que se necesita para no figurar dentro del grupo de los sedentarios.
Cuando se realiza ejercicios físicos con regularidad: se oxigena el cerebro y produce sensación de bienestar, gracias a la producción de antidepresivos endógenos, que el propio organismo segrega cuando esta en movimiento. Contribuye al mejor ánimo de la persona, evita la depresión y aumenta la autoestima.
Paro si lo que deseas es bajar de peso y/o quemar grasa, lo aconsejable es realizar unos 45 minutos de ejercicios por día.
La realización de ejercicios debe de ser un estilo de vida, que se inicia desde la niñez. De adultos se hace más difícil adoptar este hábito.
Los espacios cerrados, como los gimnasios, también son una alternativa para evitar el sedentarismo.
Se debe tener en cuenta a la hora de hacer gimnasia que los adolescentes varones de entre 13 y 17 años no deben alzar pesas, pues éstas pueden afectar negativamente su crecimiento, generando en los muchachos un estancamiento de altura.
- Olvidarse de los ascensores, en lugar de eso subir y bajar lentamente por las escaleras.
- Realizar compras en comercios que estén un poco más retirados del hogar para aprovechar la caminata diaria.
- Ejercitar los músculos de los brazos mientras se permanece sentado, realizando movimientos circulares.
- Caminar por lo menos de 10 a 12 manzanas por día. Poco a poco, el cansancio de las primeras veces desaparecerá.
- Dormir sobre colchones rígidos para conservar la postura y conciliar un sueño profundo.
- Andar en bicicleta por el parque para obtener así una inyección de oxígeno vital.
- Caminar y nadar son los mejores ejercicios físicos. Siempre, después de realizar una actividad intensa no detenerse súbitamente.
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