07 julio 2006

La dieta mediterránea, una medida de salud pública


En un estudio piloto elaborado por científicos del Instituto de la Grasa de Sevilla (CSIC) se ha demostrado la incidencia positiva que tiene la dieta mediterránea para prevenir las enfermedades cardiovasculares. La dieta mediterránea se considerara oficialmente a partir de ahora como una medida de salud pública de primer orden.

En el estudio se utilizaron 772 pacientes que se distribuyeron en tres grupos, dos grupos consumieron una dieta mediterránea en la cual intervenía, el aceite de oliva virgen para un grupo y para el otro los frutos secos. El tercer grupo realizó una dieta baja en grasas siguiendo las recomendaciones habituales que se realizan en cualquier hospital. Se obtuvieron los siguientes datos, en los dos primeros grupos, se redujo la presión arterial sistólica en un 3% y un 4%, respectivamente. Por otra parte, el tercer grupo que siguió una dieta baja en grasas, permaneció inalterada.

En los dos primeros grupos también se apreció un aumento del colesterol HDL, protector contra la arteriosclerosis, llegando a aumentar un 6% en el primer grupo y un 3% en el segundo grupo, el tercer grupo se mantuvo estable.

Todos los grupos registraron un descenso en la fracción LDL del colesterol, uno de los factores de riesgo cardiovascular, pero destacó mayormente el descenso del primer grupo, hasta un 3%. También sufrieron una reducción los indicadores de inflamación en las arterias, hasta un 8% en el primer grupo y un 9% en el segundo. En el tercer grupo por el contrario aumentó este indicador en un 1%. En los dos primeros grupos el nivel de glucosa disminuyó en un 3% y un 2% respectivamente, en cambio en el último grupo estos niveles aumentaron un 2%. Los científicos esperan de todas maneras presentar datos más concretos al cabo de 4 años para poder conocer con mayor exactitud como han incidido los cambios realizados en las dietas de los pacientes.

El estudio muestra claramente que la dieta mediterránea es totalmente beneficiosa para la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Ahora se persigue realizar un estudio que proporcione mayores evidencias científicas que sirvan para recomendar dietas adecuadas para la prevención de estas enfermedades, para tal efecto se han reclutado 9,000 pacientes pertenecientes a 20 centros de salud de ocho comunidades españolas, con un alto riesgo de sufrir alguna complicación vascular.

Las primeras conclusiones son bastante contundentes, añadir solamente 3 cucharas soperas diarias de aceite de oliva y 30 gramos de frutos secos, reducirían significativamente la presión arterial, además de una reducción de la concentración sérica de los marcadores de inflamación vascular relacionados con la aparición y desarrollo de la arteriosclerosis.

Una dieta sana y equilibrada como la mediterránea, permite un mejor funcionamiento de nuestro organismo y una mejor salud.

Fuente: genciencia.com
Más información: CSIC ; Annals of Internal Medicine ; Directo al Paladar

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