¿Te has preguntado alguna vez, hasta donde serían capaces de colocar éstos chips?
Ya los llevan puestos nuestras mascotas, pero ahora los han colcado en unas zapatillas, por eso son "inteligentes", el invento lo realizó la empresa Vectrasense. El componente básico de las zapatillas son un conjunto de chips, que hacen un montón de funciones.
¿Te acuerdas de las zapatillas con cámara de aire? Fue hace 15 años, y los jovenes de medio mundo suspiraban por ellas. Justo el público que ahora beberá los vientos por los ‘Verb for Shoe’, unas deportivas con un diseño ultramoderno y que utilizan varios chips para adaptarse a la pisada de su dueño. Además, son capaces de comunicarse con sus vecinas. ¿Quiere ser el fundador de una comunidad superelitista? Enfúndate unas, y de paso, regálela otro par a tu mejor amigo (espero ser yo).
La empresa VectraSense, fundada por varios ex alumnos del prestigioso Instituto Tecnológico de Masachusets (MI), han desarrollado las zapatillas de deporte que, en función del tipo de pisada del propietario, su peso, su estatura y un montón de variables más, se ajustan como un molde rellenando con aire aquí y quitando allá, para pisar con garbo.
En función del nivel de actividad que detecten, se ajustan automáticamente para mejorar el confort, y además el chip integrado aprende de su dueño, y es capaz de enviar al ordenador datos sobre tiempos de entrenamiento, carreras, etcétera.
Incluye un software que monitoriza las constantes vitales del usuario, y que le avisa en caso de detectar algún problema, e incluso le ofrece información de urgencia.
El chip tiene integrada una pequeña memoria, no sólo para almacenar datos sobre el programa físico más adecuado para su dueño, sino para guardar todo tipo de informaciones. Para llevarlos a cualquier parte.
Pero aun queda aldo más, las zapatillas, ellas solitas, son capaces de comunicarse con sus semejantes, mediante juegos de luces (en la suela y la lengueta de la zapatilla). Incluso pueden intercambiar datos entre sí, desde canciones en MP3 hasta tarjetas de visita virtuales, para hacer amigos mientras se hace footing en el parque. Sólo, eso sí, entre usuarios de la comunidad de amigos o conocidos que usan zapatillas similares. Faltaría más.
De momento la empresa sólo tiene pensado fabricar las futuristas zapatillas, pero también maneja ya bocetos de ropa con la misma idea.
No serán nada baratas. Unos 800 euros costarán cuando salgan al mercado, en principio sólo en EEUU y vendrán con todos los extras incorporados: juego de leds para las luces, conexión wireless, y el programa ThinkShare, que permite intercambiar datos.
Pero, cuando se estropeen, dónde las enviaremos para su reparación ¿al zapatero remendón de toda la vida o a un técnico en informática? En fin... los tiempos corren (nunca mejor dicho) una barbaridad.
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