11 enero 2005

Ir cuesta abajo podía ser bueno para el organismo

Un novedoso estudio realizado entre los excursionistas de los Alpes ha dado un resultado imprevisto: tipos diferentes de ejercicios tienen efectos diferentes sobre los niveles de grasa y glucosa de la sangre.

Las caminatas cuesta arriba eliminan más rápidamente la grasa de la sangre, en tanto que las excursiones cuesta abajo reducen más la glucosa, y las caminatas en cualquier sentido reducen el colesterol.

Ambos tipos de caminatas son beneficiosos, pero una de ellas puede ayudar más que la otra a los diabéticos, dijo el doctor Heinz Drexel, del Hospital de Enseñanza Académica de Feldkirch, Austria, que informó de sus descubrimientos en una reciente conferencia de la Asociación Estadounidense de Cardiología en Nueva Orleáns.

El estudio de Drexel utilizó picos escarpados y el funicular de un centro de esquí. En términos prácticos, es difícil imaginar cómo uno puede caminar hasta una cierta altura y luego regresar (sin caminar) a donde estaba, a menos que viva cerca de un funicular, que fue lo que se utilizó en este estudio.

El cardiólogo doctor Gerald Fletcher, de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, dijo que los descubrimientos podrían aplicarse al mundo real: la gente que trabaja en un edificio de oficinas, podría tomar las escaleras en un sentido y el ascensor en otro, según cuáles sean los objetivos de sus ejercicios.

Caminar cuesta arriba es un ejercicio concéntrico, donde los músculos se contraen, que es lo que ocurre cuando uno dobla un brazo o da un paso hacia arriba. Caminar cuesta abajo es un ejercicio excéntrico, que es el que ocurre cuando uno extiende un brazo o una pierna al bajar.

Los investigadores probaron ambas formas de ejercicios en 45 personas saludables que solían hacer normalmente pocos ejercicios. Los participantes dieron entre tres y cinco caminatas de una hora cada semana. Durante dos meses, subieron la cuesta a pie y la bajaron en el funicular. Los dos meses siguientes, tomaron el funicular para subir y bajaron la cuesta caminando.

Sus niveles de glucosa y colesterol fueron registrados antes del comienzo del estudio y antes de cada segmento de dos meses. También fueron sometidos a análisis para determinar la rapidez con que se eliminaban los lípidos y la glucosa de la sangre después de cada fase del programa. Los participantes no alteraron sus dietas, de modo que los efectos del ejercicio pudiesen medirse aisladamente.

Los investigadores quedaron sorprendidos al determinar que caminar cuesta abajo reducía la glucosa y mejoraba la tolerancia hacia ese tipo de azúcar, en tanto que caminar cuesta arriba mejoraba el niveles de triglicéridos, que es un tipo de grasa.

El resultado es una buena noticia para los diabéticos, que tienen problemas con los tipos de ejercicios concéntricos y aeróbicos, dijo Drexel. Para ellos es mejor la caminata cuesta abajo, por cuanto reduce los niveles de glucosa en la sangre.

1 comentario:

  1. Es interesante saberlo ya que estoy en una rutina diaria de caminar media hora cuesta abajo y luego cuesta arriba....

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